Aragüeños reciben con alegría la canonización de Carlos Acutis

La comunidad católica aragüeña, en especial los jóvenes, recibieron con gran alegría la noticia de la canonización de Carlos Acutis, proclamado el pasado domingo como el primer santo de la generación milenial. Este joven, que falleció a los 15 años, se ha convertido en un faro de inspiración y un ejemplo de que la santidad es un camino accesible para todos en el mundo actual.


La canonización de Acutis representa un llamado a la juventud a seguir los pasos de la fe. Su famoso lema, «todos estamos llamados a ser santos», resuena con fuerza en un mundo que a menudo desvía a los jóvenes de la espiritualidad. Acutis demostró que la santidad no está reservada para unos pocos, sino que es una meta alcanzable para quienes se comprometen.


El padre Georges Mousalli, al reflexionar sobre la vida de Acutis, destacó que la santidad es un camino de entrega y evangelización. «Hoy en día cualquier persona que crea en Cristo y quien entrega su vida a la evangelización, está dispuesto a dar el sí y dar el todo por Dios, esa es la santidad», afirmó el sacerdote, añadiendo que «hay muchos santos anónimos que no conocemos».

Padre Georges Mousalli


De acuerdo a lo expresado por el padre Georges, la santidad en el mundo moderno se vive desde el trabajo, la casa y las acciones diarias. «Ya no se trata de cumplir un ritual, sino de vivir en la santidad de Dios», explicó. Acutis es un claro ejemplo de esta visión, ya que su vida, llena de pasiones juveniles como la informática y los videojuegos, fue transformada por su fe inquebrantable en Cristo.


Luis Guzmán, responsable de la Pastoral de Medios de Comunicación de la Parroquia y Santuario San José de Cagua, expresó que Carlos Acutis es un modelo de santidad y constancia para la juventud. «Acutis muestra que podemos seguir a nuestro Señor Jesucristo a cualquier edad y que no necesariamente los que tienen una sotana o las monjas son los únicos ejemplos de santidad, sino que cualquier joven tiene la posibilidad», dijo Guzmán.

Luis Guzmán, responsable de la Pastoral de Medios de Comunicación de la Parroquia y Santuario San José de Cagua


El nuevo santo es un testimonio vivo de que se puede vivir la fe plenamente sin renunciar a las herramientas y costumbres de la modernidad. «Esto nos demuestra que siendo un joven normal que amaba la informática y los videojuegos, pues pudo convertirse en el nuevo santo del milenio y patrono, muy querido por los jóvenes no sólo en Venezuela, sino en el mundo», agregó Guzmán.


Acutis utilizó su pasión por la tecnología para servir a Dios, creando una página web dedicada a documentar los milagros eucarísticos. Este proyecto, algo poco común para un joven de tan sólo 14 años, fue un ejemplo de como los dones y talento se pueden poner al servicio de la evangelización y la fe. La eucaristía era su motor, su «autopista para llegar al cielo», como él mismo la definía.

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Otro aspecto destacado de la vida de Acutis fue su generosidad con los más necesitados. Según el testimonio de su madre en su funeral en 2006, Carlos usaba las mesadas que recibía para ayudar a los pobres. «A su funeral iba mucha gente desconocida que su madre no sabía quiénes eran», relató Guzmán. Muchos de ellos eran los mismos niños y adultos que Acutis ayudaba en silencio.


La historia de Carlos Acutis resuena de una manera muy particular con la juventud venezolana. Su vida es un recordatorio de que la fe es una aventura que se puede vivir en la escuela, con los amigos, en el trabajo y en las redes sociales. Su santidad es un faro que ilumina el camino para una generación que busca un propósito trascendental en sus vidas.


La canonización de Carlos Acutis es un motivo de alegría y de esperanza para la iglesia, una invitación a todos a buscar la santidad en la cotidianidad, y a convertir cada acción en un acto de amor y servicio a Dios. Su legado, que continúa inspirando a jóvenes en todo el mundo, demuestra que la fe en Cristo es la verdadera autopista para el cielo.

FABIOLA RODRÍGUEZ