EE.UU. confirma que la enfermedad de Chagas se expande a 32 estados

Las autoridades sanitarias de Estados Unidos han detectado casos de la enfermedad de Chagas en 32 estados, lo que la consolida como un problema de salud pública y ofrece evidencias suficientes para considerarla ya endémica en el país.

EE.UU. confirma que la enfermedad de Chagas se expande a 32 estados

Tradicionalmente asociada a zonas rurales de América Latina, donde afecta a millones de personas, la dolencia provocada por el parásito ‘Trypanosoma cruzi’, fue detectada en insectos, animales domésticos, fauna silvestre y humanos en 32 estados del país, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés).

Los expertos advierten que mantener la etiqueta de ‘no endémica’ contribuyó a la falta de diagnóstico, la escasa formación médica y la subestimación de su impacto.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que más de 7 millones de personas conviven con el parásito en todo el mundo, mientras que los CDC calcularon que son ya cerca de 8 millones, de los cuales alrededor de 280.000 se encuentran en EE.UU., muchos sin ser conscientes.

Los CDC detallaron que casos autóctonos, sin relación con viajes a zonas endémicas, se confirmaron en al menos ocho estados, con especial incidencia en Texas.

La inclusión de EE.UU. en el mapa de países endémicos de Chagas, junto a 21 naciones de América Latina, plantea un cambio de enfoque en la vigilancia y la investigación de esta enfermedad tropical desatendida.

La enfermedad de Chagas es transmitida por el insecto conocido como ‘chinche besador’ (Triatominae) y tiene dos fases.

La etapa aguda suele ser leve o pasar inadvertida, aunque puede presentar fiebre, malestar general o la hinchazón característica del párpado, conocida como signo de Romaña.

Una fase crónica puede aparecer años después, durante la cual hasta un 30% de los infectados desarrolla complicaciones graves, especialmente cardíacas y digestivas, que pueden derivar en insuficiencia cardíaca o muerte súbita.

Cada año se registran cerca de 10.000 muertes globales por esta causa.

Los especialistas subrayan que la detección temprana es fundamental, ya que los tratamientos antiparasitarios son más eficaces en fases iniciales.

En ausencia de una vacuna preventiva, las recomendaciones se centran en mejorar la vigilancia epidemiológica, la formación de profesionales y la prevención de la transmisión mediante transfusiones, trasplantes o de madre a hijo durante el embarazo.

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EFE

LG