Habitantes de la parte baja de la urbanización La Mora I, ubicada en la ciudad de La Victoria, municipio José Félix Ribas del estado Aragua, alzaron su voz para denunciar las graves deficiencias en el suministro de agua por tubería, situación que aseguran los mantiene en condiciones que vulneran directamente su calidad de vida.

Desde hace más de ocho meses, la comunidad enfrenta un servicio irregular, deficiente e impredecible, donde el acceso al agua potable se ha vuelto un privilegio esporádico. La señora Nelly Rivera, residente del sector, manifestó con preocupación que este problema los ha acompañado desde que comenzó el año 2025, sin que hasta la fecha hayan recibido respuesta alguna de los organismos responsables.
«Hay días en los que no llega nada. Otros, cuando llega, es un chorrito que se mantiene todo el día, pero no sirve para llenar ni un pipote. Y a veces, cuando por fin llega con fuerza, el agua viene sucia, con sedimentos, no apta ni para cocinar», relató la afectada, quien además explicó que esta situación ha obligado a muchos vecinos a buscar agua en tomas públicas o casas vecinas con mayor presión.
Ante la imposibilidad de costear camiones cisternas, que según Rivera cobran cifras inalcanzables para la mayoría de los residentes, las familias deben recurrir a cargar agua a pie, con tobos, bidones y pipotes desde otras zonas.
«Hay gente que hace esos viajes y luego vende el agua. Dependiendo del tamaño del recipiente, cobran desde cinco dólares. Imagínese uno tener que pagar eso a diario, cuando apenas alcanza para comer», denunció.

La vecina también expresó que esta carga física y emocional afecta especialmente a las mujeres y niños del sector. «Yo llego de trabajar y en vez de descansar, tengo que salir con mis hijos a buscar agua. No tengo tanque en mi casa, así que todo depende del grifo. Es frustrante y agotador», expresó visiblemente afectada.
AUSENCIA INSTITUCIONAL Y SILENCIO OFICIAL
La comunidad asegura haber hecho reiterados llamados a Hidrocentro, empresa responsable del servicio, así como a la Alcaldía de José Félix Ribas y al consejo comunal local, sin obtener respuesta.
«Aquí nadie da la cara. Todos saben lo que está pasando porque lo viven también, pero nadie hace nada. El consejo comunal ni se pronuncia, y de la Alcaldía ni hablar. Es como si estuviéramos solos», dijo Rivera.
Los residentes temen que la situación se agrave aún más con la llegada de la temporada seca. «Estamos viviendo como si estuviéramos en pleno desierto», agregó otro vecino que prefirió no identificarse.
UN LLAMADO A LA ACCIÓN
En nombre de los habitantes de la parte baja de La Mora I, Nelly Rivera hizo un llamado urgente a los entes competentes para que se aboquen a resolver esta dificultad. «No pedimos más que un servicio básico. No es un lujo, es un derecho humano. El agua es vida, y sin ella no se puede vivir dignamente», subrayó.
Los vecinos insisten en que no pueden seguir cargando agua día tras día, ni pagando por un recurso que por ley debe ser garantizado por el Estado. Exigen una revisión del sistema de distribución en la zona, que podría estar afectado por obstrucciones, daños en la red o una mala planificación de los ciclos de bombeo.
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Mientras tanto, la comunidad de La Mora I continúa en una lucha diaria por acceder al agua potable, una situación que pone en evidencia las carencias estructurales que aún persisten en muchos sectores del municipio y la urgencia de políticas públicas efectivas para garantizar servicios esenciales a toda la población.
«Nos sentimos olvidados, viviendo como camellos, esperando un milagro o que alguien de verdad nos escuche. Pero no perdemos la esperanza de que esto cambie. El agua no debería faltar en ningún hogar», concluyó Rivera.
DANIEL MELLADO