Abuelos de Ribas piden aún más amor y unidad en su día

Bajo la sombra generosa de los samanes de la plaza José Félix Ribas de La Victoria, el murmullo de las historias vividas se eleva más fuerte que cualquier reclamo material.

En el marco de la conmemoración del Día Nacional del Adulto Mayor, los abuelos y abuelas del municipio Ribas envían un mensaje claro y conmovedor a la sociedad, su anhelo más profundo no se cotiza en bolívar digitales. Frente a la narrativa habitual que prioriza aumentos pensionarios, «justos y necesarios», ellos alzan la voz para pedir algo más esencial, más humano, amor incondicional, respeto cotidiano, unidad familiar, tolerancia activa y la dicha de seguir siendo faros de enseñanza en un mundo en vertiginosa evolución.

Estervina Lugo, quien a su edad aún labora, resume con sonrisa serena: «Dinero, ay mijo, ayuda. Pero de qué sirve si uno a veces se siente invisible, lo que nos duele es el silencio en la mesa, el celular que nos roba la mirada de los nietos. Queremos que nos vean, que nos pregunten, que nos dejen compartir este cafecito de la vida que aún tenemos caliente».

En las calles de la capital ribense sorprende a muchos la coincidencia en las reflexiones de estos longevos ciudadanos, pues no hablaron de cifras, sino de «un nuevo despertar como oportunidad».

Mercedes Arellano enfatizó: «Cada amanecer es un examen para nosotros: Aprendí algo nuevo ayer, pude enseñar paciencia hoy. La tecnología cambia, los valores no. Queremos ser puentes, no reliquias».

LA SABIDURÍA COMO HERRAMIENTA DE ADAPTACIÓN

El tema de la «evolución constante», fue un motivo central. Los adultos mayores rechazan el estereotipo del abuelo estático. Doña Rosa Acosta, quien aprendió a usar videollamadas para ver a sus familiares fuera del país, comentó entre risas: «¡Hasta TikTok tengo! Claro, no bailo reggaetón, sólo veo y tomo nota para estar al día. Aprendo de los jóvenes y ellos a veces hasta me preguntan cosas, y yo contenta explico según lo que sé».

Este deseo de intercambio intergeneracional es clave. Psicólogos, como  Joana Castillo, destacan su valor: «Lo que piden es reconocimiento. No quieren lástima; quieren ser parte activa de la solución, aportar su resiliencia forjada en décadas de cambios nacionales. Su llamado a la unidad y tolerancia es un diagnóstico social lúcido».

La frase «Un nuevo despertar es una oportunidad», repetida por varios adultos mayores, sintetiza su filosofía vital. Rechazan la idea del «retiro» pasivo.

SU MENSAJE TRASCIENDE LA EFEMÉRIDE:

1. Amor como política pública: Solicitan más espacios de encuentro familiar municipal, libres de distracciones digitales. 

2. Respeto como práctica cotidiana: Campañas educativas en escuelas y medios sobre trato digno. 

3. Unidad familiar reconectada: Llaman a hijos y nietos a priorizar tiempo de calidad, no sólo cuidado material. 

4. Tolerancia intergeneracional: Piden paciencia para su ritmo y apertura para escuchar sus experiencias. 

En resumidas cuentas, la celebración del Día del Adulto Mayor en Ribas no mira únicamente al pasado; es una semilla plantada para el futuro. Un recordatorio poderoso de que en la economía de los afectos, su capital, forjado en amor, resiliencia y sabiduría, es infinito y urgente.

DANIEL MELLADO | elsiglo  

JV