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Con melodías variadas, detalles conmovedores y abrazos cargados de cariño, la Fundación Bolivariana del Adulto y Adulta Mayor del municipio Ribas celebró este martes el Día de las Madres en la Casa de la Cultura Alsacia Álvarez.
Y es que más de cincuenta abuelas ribenses, pilares de resiliencia y amor en sus comunidades, fueron las protagonistas de una jornada que combinó arte, reconocimiento y emociones compartidas.
UN TRIBUTO QUE DANZÓ ENTRE NOTAS MUSICALES
El evento, organizado como parte del programa social de la Fundación, contó con un concierto especial a cargo del grupo de música de la Escuela de Tropas Profesionales del Ejército Bolivariano «General en Jefe José Félix Ribas».
Uniformados pero con instrumentos en mano, los soldados entonaron canciones tradicionales venezolanas y piezas folclóricas que hicieron vibrar a las asistentes. «Ver a estos jóvenes tocando para nosotras es un regalo del alma», expresó Carmen Rondón, de 78 años, mientras aplaudía al ritmo de un joropo.
Elvia Borges, vicepresidenta de la Fundación, destacó que el homenaje buscaba devolver un poco del amor que ellas han sembrado. En sus palabras: «Estas mujeres son símbolos de fortaleza, resiliencia y valores que han construido familias enteras. Hoy les decimos, ¡gracias por ser excepcionales!».
LA JUVENTUD RINDE HOMENAJE
Uno de los momentos más emotivos llegó con la participación de la Novia de la Juventud 2025, figura emblemática de las festividades locales, quien entregó obsequios personalizados a cada una de las abuelas.
Con sus respectivas rosas eternas, globos y artículos de belleza, los detalles fueron recibidos con sonrisas y lágrimas. «Me emociona ver que la juventud aún valora nuestra historia», comentó Petra Márquez, de 82 años, mientras sostenía su regalo.
La Novia de la Juventud, Krismar Inojosa, compartió unas palabras: «Ellas son nuestras raíces. Honrarlas es honrar la esencia de La Victoria».
UN LEGADO QUE TRASCIENDE GENERACIONES
La actividad no sólo fue una fiesta, sino un acto simbólico de conexión intergeneracional. Entre las invitadas, algunas compartieron anécdotas de su juventud con los soldados músicos, mientras otras bailaron brevemente al compás de tonadas alegres que cerraron el repertorio. «Esto nos llena de vida. Ojalá se repita cada año», pidió Ana Torres, de 76 años, quien asistió con su hija y nieta.
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La Casa de la Cultura Alsacia Álvarez, testigo de décadas de historia local, sirvió como escenario perfecto para el encuentro. Sus paredes coloniales, decoradas con globos y murales alusivos a la maternidad, acogieron risas, fotos familiares y hasta un brindis con jugo, preparado especialmente para las homenajeadas.
COMPROMISO CON LA DIGNIDAD DE LA TERCERA EDAD
La Fundación Bolivariana del Adulto y Adulta Mayor reiteró mediante Borges, su compromiso de promover actividades que «reivindiquen el rol social de los mayores». Borges adelantó que planean replicar la iniciativa en otros sectores del municipio, siempre en alianza con instituciones educativas, militares y culturales.
Mientras las abuelas abandonaban el lugar, muchas agarradas del brazo de jóvenes voluntarios, quedó claro que en Ribas, el Día de las Madres no es una fecha en el calendario, sino un recordatorio de que el amor cuando se nutre con acciones, nunca envejece.
DANIEL MELLADO | elsiglo
AC