Una revisión de 30 estudios advierte que las emisiones de polen aumentarán hasta un 40% y la temporada alérgica podría durar casi tres semanas más a final de siglo.

La llegada de la primavera trae consigo estornudos, ojos llorosos y congestión nasal que muchos asocian con las alergias estacionales. Pero bajo el impacto del cambio climático, estos síntomas podrían intensificarse en duración y severidad.
Una revisión sistemática publicada en abril de 2025 en la revista The Laryngoscope examinó cómo el calentamiento global afecta la prevalencia y el curso de la rinitis alérgica. El análisis, liderado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad George Washington, concluye que las alergias respiratorias aumentarán en frecuencia y gravedad como consecuencia de las alteraciones climáticas.
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RA