HUMANO ESTÁS DESPEDIDO: Retos y dudas en el mundo laboral

Joe Haldeman escribió: «La tecnología cambia todo, incluso la naturaleza humana». Y parece, que al igual que la premisa de Haldeman, nos enfrentamos a una realidad donde las personas entran en conflicto con la deshumanización, pero en lugar de ser a través de la guerra, es por medio de las nuevas tecnologías, afectando directamente el valor humano.

Empresarios y líderes sólo piensan en tres cosas: reducir costos, mejorar la productividad y depender menos de las personas. Por su fragilidad y limitaciones: se agotan, necesitan remuneración, se enferman, tienen familia, necesitan bonificaciones, beneficios… exigen demasiado. Pero, las nuevas tecnologías tienen un único costo (mayormente más económico), reciben la asignación y la pueden cumplir en menor tiempo con mayor efectividad.

Sergio Bitar se cuestionó en 2019, «¿Cuándo podrían los desarrollos de la IA alcanzar la llamada «inteligencia integral», en 2030, 2040 o 2050? Algunos anuncian la idea de que se logrará la «singularidad», aquel momento en que el ser humano será capaz de diseñar un cerebro artificial similar al suyo, para que pueda ser reemplazado. Hay quienes debaten cuándo ocurrirá esa singularidad, si en 2040 o 2050, y cuál será su efecto en la sociedad y en el propio ser humano. Y de allí arranca la discusión sobre el post humanismo».

EMPLEOS EN EL LIMBO

Entre los aspectos que están impulsando la implementación de las nuevas tecnologías frente al personal humano destacan:

IA y mundo laboral
  • Reducción de errores, para «mejora de la calidad». La IA puede analizar grandes cantidades de algoritmos, identificar patrones e incluso tendencias.
  • Una mejor experiencia para los clientes, dado que se adapta a necesidades y preferencias de clientes, reduciendo el tiempo en respuestas y mayor eficacia.
  • Mayor economía, los costes operativos, que usualmente están asociados a las contrataciones y mantenimiento del personal, se pueden reemplazar por herramientas automatizadas.
  • Rápida evolución, la tecnología recibe a diario mejoras veloces, esto en contraste con el mayor tiempo que requiere un humano para aprender y aplicar una nueva habilidad a sus capacidades.

El mundo está en constante evolución, el mercado laboral debe adaptarse continuamente, pero, el valor humano parece que decae mientras las compañías sólo esperan resultados «productivos» ¿Hasta dónde está llevando esto?, se estima que para la próxima década, es decir, el 2030, sólo cinco años en el futuro, se podrán perder 400.000 empleos por la Inteligencia Artificial, según El País.

Quizás esta perspectiva no parezca realista, porque es una propuesta para el futuro, pero, es una realidad que está sucediendo. El Foro Económico Mundial estimaba que para 2020 se habrían eliminado mínimo 7 millones de empleos debido a la Cuarta Revolución Industrial. No fue entonces casualidad que con la llegada del Covid-19 se registró la mayor cantidad de pérdida masiva de empleos, no sólo en Latinoamérica, sino en todo el mundo. Según el Grupo Banca Mundial, entre el 26% y el 38% de los empleos en América Latina podrían verse afectados por la IA, lo que equivale a hasta 87.8 millones de puestos de trabajo. La principal preocupación es que la IA puede profundizar las desigualdades y afectar más a los trabajadores menos calificados.

MENTES NO HUMANAS

«¿Deberíamos desarrollar mentes no humanas que eventualmente podrían superarnos en número, ser más inteligentes, hacernos obsoletos y reemplazarnos?».

Este es un fragmento de «la carta abierta para pausar el desarrollo de la IA» durante 2023, organizada por el Future of Life Institute. Una solicitud por los «profundos riesgos para la sociedad y la humanidad» que planteaban los sistemas de IA avanzados.

Entre quienes firmaron estuvieron Elon Musk, dueño de Tesla, SpaceX, Neuralink y X. Steve Wozniak, cofundador de Apple. El director ejecutivo de la firma Stability AI, Emad Mostaque, e investigadores de la firma DeepMind. No obstante, fueron más de 1.000 expertos en tecnología quienes mostraron preocupación por el potencial de la IA para generar desinformación, reemplazar empleos e incluso, superar la inteligencia humana.
En primera instancia, este grupo de expertos solicitaron a las empresas de IA que dejaran de entrenar «por al menos seis meses, a aquellos programas que sean más poderosos que GPT-4, la versión más reciente de ChatGPT».

Este movimiento causó diversas impresiones, algunos expertos apoyaron la pausa, argumentando que era necesario un tiempo para evaluar los riesgos y establecer salvaguardias. Otros criticaron la carta, les resultó que no era práctico y que podría sofocar la innovación. La realidad es que el desarrollo de la IA continuó sin recelo a los riesgos…

MILLONES DE EMPLEOS PERDIDOS

300 millones de empleos perdidos: esta fue la predicción que dejó el informe Goldman Sachs el 23 de marzo del 2023.

Cabe destacar que durante el 2023 hubo un temor generalizado sobre la evolución de las nuevas tecnologías, para este momento el modelo más reciente de la IA generativa (GPT-4) demostró potencial para realizar las tareas consideradas anteriormente como exclusivas para el cerebro humano (hablamos de la redacción, programación y análisis de datos).

El informe Goldman Sachs estuvo basado en análisis, lo que sigue generando incertidumbre y ansiedad. Esta era básicamente su lucha: el impacto de la Inteligencia Artificial en el empleo y la IA Generativa. Este informe plantea en su primera página:
«Si la IA generativa cumple con sus capacidades prometidas, el mercado laboral podría enfrentar una disrupción significativa. Utilizando datos sobre tareas ocupacionales tanto en EEUU como en Europa, encontramos que aproximadamente dos tercios de los trabajos actuales están expuestos a algún grado de automatización por IA, y que la IA generativa podría sustituir hasta una cuarta parte del trabajo actual».

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«Extrapolando nuestras estimaciones a nivel mundial, se sugiere que la IA generativa podría exponer el equivalente a 300 millones de empleos de tiempo completo a la automatización».

SUPERADOS POR LA TECNOLOGÍA EMERGENTE

En junio del 2024, Rubén Andrés compartía con Xataka «por el momento ninguna IA reemplaza a esos empleados que son despedidos. No obstante, de una forma indirecta, la IA es el motivo por el que la industria tecnológica está despidiendo a parte de su plantilla». Se refería a la ola de despidos que surgió por parte de las grandes empresas tecnológicas.

Principalmente estos despidos se debieron a la reestructura por daños «post pandémicos», lo que les llevaba a «ajustar sus plantillas para reflejar las condiciones económicas actuales».

Buscando optimizar recursos y mejorar sus producciones, integrándose a otras áreas del mercado que estaban en auge, prefirieron invertir con mucha determinación en la Inteligencia Artificial. En su momento, el sindicato Alphabet Workers Union (AWU-CWA), representantes de unos 1.400 empleados, compartió un comunicado en su perfil de X, considerando todos los despidos como innecesarios.

«Esta noche, Google inició otra ronda de despidos innecesarios. Nuestros miembros y compañeros de equipo trabajan duro todos los días para crear excelentes productos para nuestros usuarios, y la empresa no puede seguir despidiendo a nuestros compañeros de trabajo mientras gana miles de millones cada trimestre».

Google redujo su personal para enfocarse en «optimizar su fuerza laboral» centrados en el desarrollo y la implementación de tecnologías de IA. Se estima que recortó 10.000 empleos en 2023, y continúo hasta 2024. Microsoft anunciaba en enero de 2023 planes para recortar 10.000 puestos de trabajo para invertir en IA por medio de la asociación con OpenAI y la integración de IA en sus productos. Su explicación fue «la necesidad de reducir gastos operativos y agilizar su estructura».

LA OLA DE IA

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Efectivamente, las empresas globales tienen la «necesidad de reducir gastos operativos y agilizar su estructura». Sobre esta ola se subieron Amazon, Meta, IBM y Salesforce.
Aaron Damingos fue un extrabajador que estuvo entre los 1.500 despidos de Microsoft; explicó cómo la IA fue la razón estratégica de su despido. «Creo que el cambio hacia el desarrollo de la IA ha llevado a priorizar algunos roles más técnicos, dejando de lado otros esenciales de cara al cliente».

Incluso, para dar soporte a esto, Business Insider filtró un correo de Jason Zander, vicepresidente ejecutivo de misiones estratégicas y tecnologías de Microsoft: «Nuestro enfoque claro como empresa es definir la ola de IA y capacitar a todos nuestros clientes para que tengan éxito en la adopción de esta tecnología transformadora. A lo largo del camino tomamos decisiones que se alinean con nuestra visión y estrategia a largo plazo, al tiempo que garantizamos la sostenibilidad y el crecimiento de Microsoft».

Si, la nueva realidad de un modo u otro es esta, que los trabajos no alineados al desarrollo de IA, implementación o inversión en las mismas, corren el riesgo a ser extintos, para seguir el paso de la «precipitada carrera de empresas tecnológicas por conseguir una Inteligencia Artificial más avanzada que la de sus rivales».
Para finalizar esta primera parada solo podemos preguntar: ¿En qué nos convertimos si dependemos menos de las personas?

ÁNGELA CASTRO | elsiglo

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