Bienvenidos al pesebre milagroso de San Ignacio

En el sector San Ignacio, municipio Girardot, existe una tradición arraigada por más de 40 años, según la cual, cada diciembre una casa se convierte en posada de magia y alegría.

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Miles acuden a contemplar cada detalle del bello nacimiento

Se trata de «El Pesebre Milagroso de San Ignacio», una emblemática atracción decembrina, ubicada específicamente en la calle Táchira, que se ha convertido en un símbolo de fe y esperanza, atrayendo durante más de cuatro décadas a visitantes de todas partes, quienes se congregan para disfrutar de un espectáculo único que honra el espíritu navideño.

La historia de este Pesebre Milagroso comenzó con la señora Toribia Mayora, una mujer visionaria, cuyo amor por la Navidad y su deseo de compartir la alegría del nacimiento del Niño Jesús dieron vida a esta hermosa tradición. Aunque Toribia ya no se encuentra entre nosotros, su legado perdura a través de sus hijos e hijas, quienes han asumido la responsabilidad de continuar esta hermosa costumbre en honor a su madre y a todos aquellos que esperan con ansias cada año este evento.

El nacimiento, que ha crecido en tamaño y complejidad a lo largo de los años, presenta una impresionante representación del nacimiento de Jesús, complementada con luces brillantes, personajes icónicos, paisajes reales y hasta música festiva, lo que refleja la dedicación y el esfuerzo de toda la familia Mayora-Miranda, y su deseo de compartir la esencia de la Navidad con la colectividad.

Este año el pesebre abrió sus puertas al público este 16 de diciembre con una serie de actividades recreativas y religiosas para los niños y jóvenes, dónde la hermandad, el recuerdo y sobre todo el amor por la navidad se reunió entre los presentes.

46 años de tradición familiar

Este año, Enrique Miranda, hijo de Toribia Mayora, asumió con gran orgullo la responsabilidad de llevar las riendas del emblemático proyecto del nacimiento que ha cautivado a generaciones en Maracay.

Fue una jornada de celebración en San Ignacio

Esta hermosa tradición, que nació hace 46 años, es un testimonio de fe, amor y milagros que ha trascendido el tiempo y se ha convertido en un símbolo navideño para la comunidad.

Medina recuerda con nostalgia que todo comenzó gracias a su madre, Toribia Mayora. «Ella acostumbraba a montar el arbolito cada Navidad, hasta que un día tuvo una ‘revelación’. Una voz le dijo: ‘Eso no es lo que tú tienes que admirar, tienes que colocar un nacimiento'», relata Enrique. Con esa inspiración, su madre decidió crear un pesebre utilizando los juguetes de sus hijos.

Enrique Miranda, hijo de Toribia Mayora

«Nosotros éramos pequeños. Mi mamá hizo lo que consideraba un nacimiento, y cuando mi papá llegó del trabajo y lo vio, le explicó todo. Juntos se fueron al centro en busca de un nacimiento», añadió.

La familia enfrentó el desafío de conseguir uno justo antes de la Navidad, pero finalmente encontraron uno que se convirtió en parte fundamental de sus celebraciones durante siete años. Sin embargo, fue durante ese tiempo ocurrió un evento que cambiaría la historia del pesebre para siempre.

«Un primo fue diagnosticado con un soplo en el corazón. Mi mamá le dijo a mi tía que le pidiera con fe al Niño Jesús. Ella hizo su petición y esperó un año para ver la evolución. Cuando mi primo fue llevado al médico, ocurrió el milagro: el soplo había desaparecido», compartió.

Esta experiencia fortaleció la fe de la familia y llevó a Toribia a recibir otra revelación. «La voz le dijo que el Niño Jesús debía ser dado a su sobrino. Así fue como ella hizo la entrega, y la familia mandó a buscar otra réplica del nacimiento desde Colombia», explicó.

Con el tiempo, la historia del Pesebre Milagroso comenzó a difundirse por Maracay y sus alrededores, convirtiéndose en una tradición mágica que atrae a miles de visitantes cada año.

«Desde entonces, nuestro pesebre familiar se transformó en el ‘Pesebre Milagroso de San Ignacio’, un lugar donde la comunidad se reúne para celebrar la Navidad con fe y esperanza», afirmó.

«Un legado que vivirá»

Enrique Miranda, hijo de la querida fundadora del «Pesebre Milagroso de San Ignacio», Toribia Mayora, habló con el diario elsiglo sobre la emotiva experiencia de preparar el pesebre en este 2024 sin la presencia física de su madre.

Una angelita llega para iluminar el Belén

La señora Toribia, quien dedicó gran parte de su vida a crear y fomentar esta hermosa tradición navideña, partió de este plano terrenal, dejando un legado imborrable en la comunidad.

«Este año ha sido particularmente difícil para nosotros. Perder a mi madre ha dejado un vacío enorme en nuestros corazones, pero al mismo tiempo, nos hemos llenado de fuerzas para continuar con su legado», compartió.

La familia Miranda se ha comprometido a honrar la memoria de Toribia a través del pesebre, que ha sido un símbolo de fe y esperanza en Maracay durante más de cuatro décadas.

Enrique recordó cómo su madre siempre decía que el pesebre era un espacio donde la comunidad podía reunirse para compartir amor y fe.

«Ella creía firmemente en el poder de los milagros, y su legado es un testimonio de ello. Este año, aunque no esté físicamente con nosotros, sentimos su presencia en cada detalle que preparamos», declaró.

Ya abrió sus puertas

En una jornada llena de emoción y espiritualidad, el Pesebre Milagroso de San Ignacio abrió sus puertas al público el pasado 16 de diciembre. La comunidad se unió a la familia Miranda en esta emotiva inauguración, que marcó el inicio de una nueva temporada navideña en el sector.

La apertura oficial congregó a la colectividad

La celebración comenzó con la bendición del Belén por parte del padre George Mousalli, quien dio las palabras de bienvenida a los presentes. En su discurso, el padre Mousalli destacó la importancia de la natividad como símbolo de esperanza y unidad, invitando a todos a vivir la esencia del amor y la paz que representa la Navidad.

La noche estuvo cargada de sorpresas y diversión, con actividades para toda la familia, música  y presentaciones que llenaron el ambiente de alegría. Los asistentes pudieron disfrutar de una variedad de atracciones que hicieron de esta inauguración una experiencia inolvidable.

La familia Mayora-Miranda invita a todos los habitantes de Maracay y sus alrededores a visitar el Pesebre Milagroso de San Ignacio y ser parte de esta tradición que no solo celebra el nacimiento del Salvador, sino que también refuerza los lazos familiares en las comunidades.

HERNÁN GONZÁLEZ | elsiglo

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