Donald Trump se ha adjudicado los 30 votos del colegio electoral que otorga Florida al imponerse este martes con casi diez puntos porcentuales a su rival, la demócrata Kamala Harris, según las proyecciones de medios estadounidenses, que además conceden a los republicanos otras victorias importantes en este sureño estado.
La jornada electoral ha confirmado la prevista victoria del expresidente (2017-2021) en Florida, donde ya ganó en los comicios de
2016 y 2020, y que con el triunfo de hoy consolida el dominio que ostenta el Partido Republicano en este estado, cuyo gobernador, el
también republicano Ron DeSantis, cuenta con una amplia mayoría en el Legislativo estatal.
La formación republicana ha acudido este año a su cita con las urnas con un millón de votantes registrados más que la de los demócratas, un músculo político que confirma que Florida dejó de ser un estado pendular o bisagra, es decir, sin un patrón de voto definido, desde la
irrupción de Trump en la política.
El peso del exmandatario y candidato republicano, quien tiene su domicilio legal en el club social Mar-a-Lago, en Palm Beach, se percibe además en los resultados que obtienen los candidatos que cuentan con su beneplácito, como es el caso del senador por Florida Rick Scott, quien hoy ganó la reelección.
Scott, un abonado a casi todos los actos de campaña de Trump en Florida, se impuso a su rival, la demócrata Debbie Mucarsel-Powell, por más de diez puntos porcentuales, según la proyección de medios estadounidenses.
Consciente de la importancia de mantener su exigua mayoría en la Cámara Alta en Washington, el Partido Demócrata de Florida había
puesto toda la carne en el asador en la contienda de Mucarsel-Powell, quien de haber resultado ganadora se habría erigido en la primera
latina en representar a este estado en el Senado de EE.UU.
Pero el apoyo del aparato estatal demócrata no ha sido suficiente para el triunfo de la también excongresista (2019-2021) por el entonces
distrito 26 de Florida, quien en 2020 cayó derrotada en una reñida pugna con el exalcalde del condado de Miami-Dade Carlos Giménez, otro
simpatizante de Trump y quien esta noche ha resultado reelegido.
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MIAMI-DADE SE TIÑE DE ROJO
Giménez, de origen cubano y representante de un distrito electoral que abarca áreas del sur de Miami-Dade y los cayos de Florida, se ha
impuesto en estas elecciones al demócrata Phil Ehr, tal como preveían los sondeos de intención de voto. También han ganado con gran mayoría la reelección los congresistas republicanos Mario Díaz-Balart, María Elvira Salazar, Ana Paulina Luna.
La influencia del magnate convertido en presidente ha alcanzado incluso al que se considera uno de los últimos bastiones azules (el color de los demócratas) en Florida, como es el sureño condado de Miami-Dade, el más poblado del estado y donde reside una influyente comunidad cubana, de tendencia conservadora y que este año se ha inclinado por Trump.
En estos comicios, Miami-Dade se ha decantado por Trump, por más de diez puntos porcentuales, y nuevamente se ha teñido de rojo, como ya ocurrió en las elecciones de medio término de 2022, cuando DeSantis salió reelegido gobernador de forma incontestable y triunfó -con una gran ventaja- en este condado, donde no ganaba un republicano desde hacía veinte años.
EFE
ZR