El expresidente de Bolivia, Evo Morales (2006-2019) denunció este sábado acciones «fascistas» por parte de algunos grupos de civiles que atacaron una sede campesina y agredieron a uno de sus abogados, horas después del operativo del viernes de desbloqueo de caminos por parte de la Policía.
Morales, en declaraciones a la emisora cocalera Kawsachun Coca, se refirió al ataque a la sede de las ‘Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba’, en la ciudad homónima, y que derivó en la sustracción y quema de algunos objetos en la víspera.
El exmandatario culpó de esos hechos al alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, a quien acusa de ser aliado del presidente Luis Arce y de supuestamente desplegar «gente enviada» para que destruyan las oficinas de la organización cocalera.
«Lamentablemente yo no sé a qué está jugando Lucho (Arce) y su Gobierno (…) el fascismo ha vuelto», mencionó Morales.
El exgobernante también denunció en la red social X el ataque al abogado Nelson Cox, uno de los juristas que lo patrocinan en varios procesos, por parte de la ‘Resistencia Juvenil Kochala’, una organización civil que calificó como un «grupo paramilitar».
Morales acompañó su publicación con unas fotografías que muestran el vehículo de Cox con los vidrios rotos y otros daños, mientras que el jurista publicó en sus redes un video de la agresión.
Bloqueo de carreteras
Esta jornada cumple 13 días del bloqueo indefinido de carreteras en el que los seguidores de Morales exigen al Gobierno de Arce que retire los procesos judiciales por trata de personas y estupro contra el también líder del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS), puesto que consideran que forma parte de una persecución política en su contra.
También piden soluciones al encarecimiento de alimentos, la falta de dólares, la irregular provisión de combustibles y el pedido de respeto a un congreso del MAS que en 2023 declaró a Morales «candidato único» para las elecciones nacionales del próximo año.
El viernes, la Policía organizó un operativo de desbloqueo en varios sectores del departamento de Cochabamba (centro) y que conectan las carreteras entre el occidente y el oriente del país.
El más reciente reporte de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) señala que existen 16 zonas de bloqueo, la mayoría en Cochabamba, lo que ha generado el desabastecimiento de alimentos y agudizó la falta de combustible en el occidente boliviano.
El Gobierno ha habilitado vuelos o «puentes aéreos» para garantizar la provisión de carne de res y pollo a las ciudades de La Paz y El Alto, mientras que los camiones con combustible recorren rutas alternas para llegar a las plantas de distribución.
Vehículos utilizados en el presunto ataque
Un grupo de seguidores de Morales halló y tomó este domingo los vehículos que supuestamente se utilizaron en el ataque al exgobernante, mismos que fueron encontrados en un cuartel militar.
La emisora cocalera Kawsachun Coca mostró algunos videos en los que un grupo de pobladores del Trópico de Cochabamba llegaron hasta la Novena División del Ejército, situada en la localidad de Villa Tunari, en donde estaban las camionetas.
Al ver la llegada de la multitud, un militar que resguardaba el ingreso del regimiento lanzó algunos tiros al aire para hacer que las personas se alejaran, pero después los movilizados consiguieron que los uniformados entregaran dos camionetas, una blanca y otra roja, que no portaban matrículas.
Las grabaciones muestran a la gente molesta, gritando e increpando a los pocos uniformados que se encontraban en el lugar, mientras que se escuchan discusiones de si los coches debían quedar retenidos o quemarse, como repudio a los sucesos.
Posibilidad de un «autoatentado»
Por su parte, el dirigente Guery García, afín al Gobierno de Luis Arce, dijo que el suceso de esta mañana fue un «autoatentado» de Morales hecho con su propia gente para victimizarse y reavivar los bloqueos de caminos.
Asimismo, la Defensoría del Pueblo emitió un comunicado en el que reprochó «la gestión gubernamental ante la situación de conflictividad», ya que a su juicio, «las medidas de protesta son la expresión de demandas ciudadanas no resueltas oportunamente».
El ente de defensa de los derechos humanos también dijo al Ejecutivo que «la intervención de las Fuerzas Armadas no debería ser una opción para resolver esta crisis» y exhortó a los manifestantes a establecer «puentes solidarios» para garantizar el libre tránsito.
El sábado, la Cancillería boliviana denunció a la comunidad internacional que esas protestas lideradas por Morales «pretenden interrumpir el orden democrático», lo que también afecta la estabilidad en la región suramericana.
Mientras que el presidente Luis Arce, en la víspera, relevó el alto mando militar, con la misión de preservar el orden interno del país y la democracia.
ARCE ordena una investigación
El presidente de Bolivia, Luis Arce, ordenó que se investigue el ataque que este domingo sufrió el exmandatario boliviano Evo Morales (2006-2019) por parte de desconocidos que utilizaron armas de fuego, y condenó el ejercicio de cualquier práctica violenta en la política.
«El ejercicio de cualquier práctica violenta en la política debe ser condenada y esclarecida. No es con la búsqueda de muertos que se resuelven los problemas ni con especulaciones tendenciosas», escribió el jefe de Estado en la red social X.
También informó que «ante la denuncia del expresidente Morales de un presunto atentado contra su vida», instruyó «una inmediata y minuciosa investigación para esclarecer este hecho».
CJL