El ronroneo de los gatos es uno de los sonidos más icónicos y enigmáticos del mundo animal. Para muchos propietarios (entre los que felizmente me encuentro), ese suave murmullo que emiten sus mascotas cuando se acurrucan a su lado es un claro indicio de placer y felicidad. Sin embargo, la ciencia ha demostrado que este comportamiento es mucho más complejo de lo que parece, abriendo la puerta a preguntas sobre sus verdaderas funciones y los mecanismos detrás de este sonido tan característico.
Nuevas investigaciones sugieren que el ronroneo de los gatos podría no ser solo una señal de satisfacción, sino también una herramienta para «manipular» a los humanos, una estrategia de supervivencia y hasta un mecanismo de curación.
¿Cómo ronronean los gatos?
Durante décadas, los científicos han debatido sobre el origen del ronroneo. Una de las teorías más antiguas, proponía que este sonido se producía debido al flujo sanguíneo a través de una gran vena cerca del corazón del gato. Sin embargo, esta idea ha sido descartada a favor de una hipótesis más reciente que se enfoca en la laringe, el órgano fonador del animal.
Los estudios más recientes sugieren que el ronroneo se produce cuando los músculos del gato constriñen ciertas partes de la laringe, lo que causa que las cuerdas vocales vibren a medida que el aire pasa sobre ellas, tanto al inhalar como al exhalar. Este mecanismo es lo que genera las suaves vibraciones que los humanos perciben como ronroneo.
Aún más interesante es que un reciente estudio publicado en Current Biology revela que las laringes de los gatos domésticos pueden producir estas frecuencias bajas incluso sin estimulación neuronal.
Es decir, el ronroneo puede generarse por una simple respuesta biomecánica a la entrada de aire, sin necesidad de que el cerebro del animal active los músculos para ello. Esto contradice las teorías tradicionales que sostenían que el ronroneo requería una activación activa de los músculos, similar al mecanismo utilizado en otras vocalizaciones como los maullidos.
Un mecanismo aerodinámico y mioelástico
El estudio de Christian Herbst y su equipo desafía estas creencias tradicionales, proponiendo que el ronroneo puede explicarse mejor a través de la teoría aerodinámica mioelástica, la misma que se aplica a la producción de otros sonidos vocales.
Según esta teoría, el flujo de aire que entra y sale de los pulmones activa las vibraciones de las cuerdas vocales debido a la presencia de pequeñas masas de tejido conectivo incrustadas en las cuerdas vocales del gato. Estas «almohadillas» en la laringe permiten que los gatos produzcan oscilaciones autosostenidas sin la necesidad de contracciones musculares.
Este descubrimiento no solo sugiere que los gatos pueden ronronear de forma «pasiva», sino que también apunta a la posibilidad de que el ronroneo tenga varias funciones más allá de expresar placer. Uno de los aspectos más intrigantes es que los gatos podrían estar utilizando este sonido para «manipular» a los humanos.
elsiglo con información de (MuyInteresante)
MG