María Colmenares, residente de la zona entre Santa Eduviges y Villa Castín, ha alzado la voz para denunciar una situación crítica que afecta a su comunidad. Según Colmenares, los huecos provocados por el paso de gandolas han generado no sólo un deterioro en las calles, sino también accidentes que han puesto en riesgo la seguridad de los motorizados. “Gracias a Dios no ha pasado a mayores, pero no esperemos a que eso pase”, expresó.
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