Luego de una caída en las ventas después de las elecciones presidenciales, los comerciantes del municipio Francisco Linares Alcántara manifestaron que les ha costado reactivar las ventas y que ha ido poco a poco.
A pesar de que el rubro al que se dedican estos comerciantes es esencial, les ha costado recobrar el estado en el que se hallaban antes de los comicios, cuando estaban «encaminados» en cuestiones de ventas.
Darwin Codo, uno de los comerciantes del municipio destacó que «ha estado un poco floja, eso se ve más que todo en el mercado mayorista, con el problema que hubo el mes pasado todo se fue a pique. Estamos sobreviviendo poco a poco».
En este sentido, Codo aseveró que a pesar del descontrol postelectoral se han ido normalizando poco a poco, con un poco de dificultad, pero que están avanzando, ya que su principal obstáculo era el cambio en los precios, que repentinamente aumentaron un 30%.
Las personas ahora compran lo que van a consumir en el día a día, según expresaron, los que antes compraban un kilo entero de tomate ahora compran una o dos unidades, a veces hasta lo que se puede consumir en una semana, pero eso no representan grandes ventas.
Tomando en cuenta que los negocios se han reinventado, buscando ofrecer buenos productos a precios accesibles, con ofertas y remates, en aras de que sea mucho más atractiva la compra.
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Las ventas aún se recuperan
José Sánchez, también vendedor, afirmando que las personas «tienen que comer por lógica», aunque eso no quiere decir que presentan grandes ventas, sino que sus clientes compran de a poquito.
«Antes se llevaban un kilo, ahora se llevan dos tomaticos, una cebollita, un poquito de cilantro, como siempre para poder sobrevivir en Venezuela», expresó Sánchez.
Aunque las ventas han avanzado, no se han recuperado del todo todavía, pero los comerciantes si estiman que para los meses de noviembre y diciembre comiencen a aumentar las ventas.
Siendo estos meses mucho más comerciales que los demás, debido a la preparación de las hallacas y demás platos típicos de la época, por tanto, se espera que sirva de trampolín para estabilizar el comercio de verduras y hortalizas.
ALEJANDRA BUITRAGO | elsiglo
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