Joropo llanero: Un ritmo venezolano que conquista el mundo

La música venezolana, y en especial el joropo llanero está viviendo un momento de esplendor sin precedentes. Talentos nacionales como Emily Galaviz, oriunda de San Casimiro, estado Aragua, han puesto los ojos del mundo sobre nuestro folclore, posicionándolo como una tendencia internacional.

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El joropo llanero es un símbolo de la venezolanidad

Al igual que la música mexicana ha cautivado al público global, el joropo llanero está conquistando corazones y escenarios internacionales. Con su inconfundible ritmo y letras llenas de sentimiento, este género musical venezolano se ha convertido en un símbolo de nuestra identidad y cultura.

Emily Galaviz, con su potente voz y carisma, se ha erigido como una de las principales embajadoras del joropo en el exterior. Su talento y dedicación han trascendido fronteras, convirtiéndose en un referente para las nuevas generaciones de músicos y en un orgullo para Venezuela.

El equipo reporteril de elsiglo salió a las calles para conocer la opinión de los jóvenes sobre el creciente fenómeno del joropo. Muchos de ellos expresaron su admiración por algunos artistas y destacaron la importancia de preservar sus raíces musicales.

En la sangre de los venezolanos ¡lo que corre es joropo!

En este sentido, Alejandro Delgado comentó que aunque su género favorito es el Rap, la música llanera está «culturalmente insertada en la sangre de los venezolanos», sin embargo, consideró que en los últimos años no se le había dado la atención merecida.

La aragüeña Emily Galaviz se ha convertido en una embajadora de la música llanera ante el mundo

«Que ahora esté en tendencia creo que es bueno, porque hace que el venezolano se sienta orgulloso de ser venezolano y se acerque más a sus raíces», precisó.

Por su parte, Samuel Tovar, otro de los jóvenes encuestados, afirmó que la música llanera es parte de la cultura de su país, y más que eso «es un tesoro que no todo el mundo ha sabido apreciar, pero eso es cuestión de gustos, lo importante es que cada género sepa permanecer en el tiempo».

En cuanto al éxito que ha tenido la aragüeña Emily Galaviz, comentó que es positivo que los jóvenes aprecien otros géneros que no sean precisamente los más comerciales. «Pero cuando alguien tiene talento puede tomar algo que existe y desempolvarlo, refrescarlo y en este caso, tanto ella como nuestra música tienen potencial para conquistar otras naciones», señaló.

Por su parte, Carlos Longa consideró que este resurgir no es sólo del joropo, sino de la venezolanidad en sí. «Debo decir que a través de las redes sociales hemos tomado cierto renombre, comenzamos con la arepa que ahora se come hasta en Australia, luego la Vinotinto y ahora el joropo», acotó.

Específicamente, en cuanto a la música llanera, aseguró que «hay una niña (Emily Galaviz) que canta espectacular y es tendencia ahorita, de hecho, estuve viendo algunos críticos en el área de la música a nivel internacional que jamás habían escuchado joropo y se quedan sin palabras».

Adicionalmente comentó que en la actualidad «el mundo está hablando de Venezuela por cosas que realmente están pasando, pero también es bueno hablar del talento de los venezolanos».

¿Qué es el joropo llanero?

El joropo llanero, como muchos otros ritmos latinoamericanos, tiene raíces profundas en la mezcla de culturas que se dio en el continente americano. Sus orígenes se remontan a la época colonial, cuando se fusionaron elementos de la música indígena, africana y europea.

Los esclavos africanos traídos a América aportaron ritmos sincopados, percusión corporal y cantos improvisados que se integraron en el joropo. Los colonizadores españoles introdujeron nuevos instrumentos para acompañar el arpa, cuatro y maracas, así como danzas de salón que influyeron notablemente en este género.

Por su parte, los pueblos indígenas de los llanos venezolanos aportaron elementos melódicos y rítmicos propios de sus tradiciones musicales.

A lo largo de los siglos, estos ritmos se convirtieron en una expresión cultural fundamental para los habitantes de los llanos venezolanos. Las letras de sus canciones reflejaban la vida cotidiana, los amores, las penas y las costumbres de los llaneros.

CHIQUINQUIRÁ RIVERO | elsiglo

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