Ruperto: Un héroe de cuatro patas que regala esperanza

Ruperto, un perro que en apariencia tiene una discapacidad, pero que en realidad tiene el superpoder de regalar esperanza y fe con su historia de superación. Una fractura en su columna vertebral hoy le impide caminar por su cuenta, pero luego de una operación, fisioterapia y mucho amor, ya ha empezado a evolucionar, ya que desde un inicio sus llamativos ojos color miel revelaban que el anhelo de su corazón era seguir viviendo, así que la eutanasia no era una opción para quienes lo rescataron.

Ruperto: Un héroe de cuatro patas que regala esperanza elsiglo.com.ve
Ruperto es un ejemplo de fe en medio de las adversidades


Con la calle como único refugio, no fue una sorpresa que un día, un carro lo atropellara y que luego de esto se arrastrara hasta que lo encontrara la persona indicada para ayudarlo.


«Yo siempre lo alimentaba, llegaba al portón de mi casa alrededor de las 5:00 a.m. y todos los días me esperaba, siempre me pareció muy simpático, además que tiene un color muy particular en sus ojos, pero a finales del mes de enero, que salí a una jornada de alimentación para animalitos de la calle, me entero de lo ocurrido, salió corriendo hasta la avenida y un carro lo atropelló, los vecinos fueron a avisarme y cuando me di cuenta, venía Ruperto arrastrándose», comentó Fraenkel Escalante, fundador del Programa Lucas Ramón en Maracay.

Fraenkel Escalante nunca perdió la esperanza de que su fiel amigo pudiera salir adelante


Con ayuda de otra persona de noble corazón, tomaron al perro y lo llevaron al médico veterinario, le hicieron unos rayos X y se determinó que tenía fractura en la columna. «Pregunté si había una solución para no dormirlo, porque vi su rostro lleno de vida, él no quería darse por vencido, entonces yo tampoco; me dijeron que había un doctor en Caracas, llamado Andrés Troconiz, especialista en Trauma, así que nos pusimos en contacto con él inmediatamente», señaló Escalante.


Para determinar las probabilidades de una cirugía exitosa, Ruperto tuvo que ser evaluado por otro especialista en Valencia para verificar la sensibilidad en sus patas, el resultado fue una luz ante tanta incertidumbre. «El veterinario dijo que a pesar de tener poca sensibilidad, él se arriesgaría a operarlo, así que se planificó la cirugía en Caracas que fue pocos días después, era muy costosa, así que hablé con mis colaboradores porque sabía lo que me venía, la respuesta siempre fue positiva y casi de inmediato, en las redes sociales, todo el mundo hablaba de Ruperto», continuó.


Con el apoyo de veterinarios especializados, Ruperto recibió la atención médica necesaria. Después de una cirugía exitosa, comenzó un riguroso proceso de fisioterapia donde cada sesión era un desafío, pero el deseo del noble animal de seguir viviendo era más fuerte que cualquier obstáculo.


A medida que iba avanzando, su historia resonaba en las redes sociales, donde miles de internautas se unieron para seguir su travesía. La comunidad se convirtió en su red de apoyo, compartiendo sus avances y alentando a los rescatistas en cada paso del camino.

Aferrados a la fe

La travesía de este ángel de cuatro patas ha enseñado a quienes lo rodean, que aunque a veces el camino sea difícil, el amor y la fe pueden llevarnos a lugares que jamás imaginamos. Con cada pequeño progreso, Ruperto no sólo avanza en su recuperación, sino que también regala a otros la posibilidad de soñar y creer en un futuro mejor.

Ahora Ruperto recibe las mejores atenciones de personas que le han apostado a su recuperación


«Yo siempre mantuve la fe intacta, sabía que él podía volver a caminar, porque el doctor me dijo que una pequeña parte de su médula estaba intacta y si había algo, por pequeño que fuera, yo me quería aferrar a ello», acotó Escalante.


Pero el proceso no terminaba aquí, van siete meses de un post operatorio que ha sido de mucha constancia, en el que la fisioterapeuta Dalia Rodríguez ha jugado un papel fundamental para empezar a reactivar esos nervios y esas células que sufrieron con ese terrible accidente.


«Puedo decir que la evolución de Ruperto ha sido notable, los primeros días sus patas traseras estaban completamente flácidas y hoy en día está empezando a tener tono muscular, ya dura algunos segundos de pie solo y con la ayuda de un carrito que se le mandó a hacer en Caracas con la ayuda del señor Otto Armando, puede salir a hacer su recorrido en un parque y pueda comenzar a desarrollar lo que llaman médicamente marcha espinal», aseguró el proteccionista.


A pesar de que existen muchas probabilidades de que Ruperto no recobre su sensibilidad, si existe la posibilidad de que él pueda caminar por sí solo. «Le compramos una piscina para hacer su hidroterapia, hemos hecho todo y mi meta es que para diciembre pueda valerse por su cuenta o que por lo menos utilice el carrito por menos tiempo», añadió.


Asimismo, Escalante aseguró que este ha sido un trabajo que ha involucrado la iniciativa de muchas personas de buen corazón, como es el caso de la licenciada en enfermería Ronalys Rodríguez, quien le ha dado un hogar temporal durante todo este proceso y quien lo atiende como a un paciente más, tomando en cuenta cada detalle para su cuidado. Con tanto amor y atenciones, la recuperación de este peludito parece inevitable.


Para el fundador del programa Lucas Ramón, el mensaje que deja este caso es que las personas deben comenzar a entender que «esos seres que andan en situación de calle, también son vidas y valen tanto como cualquier otra, si le enseñamos eso a las personas, creo que muchas cosas cambiarían».


Los días continúan para este fiel amigo aferrado a la vida, en su carrito que lo ayuda a continuar, en su mente pareciera que no ha pasado nada y los ejercicios son sólo un momento para jugar, a excepción de la piscina, porque el agua no es su mejor amiga. «Él sigue luchando y yo tengo mucha fe de que lo va a lograr», precisó Escalante.


La evolución de Ruperto es un testimonio del poder del amor y la perseverancia. A pesar de no poder caminar por su cuenta, su espíritu indomable ha inspirado a muchos a ver más allá de las limitaciones físicas. Ruperto no sólo se ha convertido en un símbolo de resiliencia; su historia ha tocado los corazones de personas alrededor del mundo, recordándoles que la esperanza puede surgir incluso en los momentos más oscuros. Este valiente canino, cuyo camino estuvo marcado por el dolor, ha demostrado que las verdaderas discapacidades no siempre son físicas, sino que muchas veces son invisibles a los ojos.

Florinda: De la indiferencia al amor

Un día, en una ajetreada Maracay, una pequeña perrita mestiza fue encontrada abandonada en el estacionamiento del Ambulatorio del Norte. Con apenas unos días de vida, Florinda, como fue bautizada, fue dejada a su suerte en un lugar donde la supervivencia parecía imposible.


Afortunadamente, el destino de Florinda dio un giro inesperado gracias a la intervención de un proteccionista, quien, con un corazón lleno de compasión, decidió rescatarla. La pequeña perrita, desnutrida y asustada, fue llevada a un lugar seguro donde recibió los cuidados necesarios para recuperarse.


La noticia del abandono de Florinda se difundió rápidamente por las redes sociales, generando una ola de solidaridad. Muchos amantes de los animales se ofrecieron a adoptar a la pequeña de un hermoso color negro azabache.


Un papá perruno, periodista de profesió, conmovido por su historia, decidió abrirle las puertas de su casa y brindarle todo el cariño que necesitaba. Hoy día, Florinda vive felizmente junto a su familia humana, disfrutando de los pequeños placeres de la vida: comer, jugar con sus huesos, y por supuesto, masticar alguna que otra «chancleta» que se cruce en su camino.


Esta historia es un ejemplo de que, incluso en los momentos más difíciles, la bondad y la solidaridad pueden prevalecer.

Una carta para un fiel amigo

Querido Daniel.
Mi corazón late más fuerte cada vez que te veo. Desde el primer momento en que nuestros ojos se cruzaron, supe que habíamos encontrado algo especial. Recuerdo cuando mi antigua dueña te presentó y me miró con una sonrisa que decía todo: «Él es perfecto para ti».


Aunque eras pequeño y tus padres dudaban al principio, nuestra conexión fue tan fuerte que los conquistó. Tus lágrimas en el veterinario me mostraron lo mucho que te importo, y eso me hizo sentir más amado que nunca.


Cada caricia, cada paseo, cada juego juntos es un tesoro para mí. Sé que soy afortunado de tener un humano como tú, que me cuida, me consiente y me ama incondicionalmente. A pesar de ser de especies diferentes, nuestra amistad es más fuerte que cualquier barrera.
Gracias por ser mi mejor amigo, Daniel. Te quiero más de lo que las palabras pueden expresar.
Con todo mi amor perruno
Teo

CHIQUINQUIRÁ RIVERO | elsiglo

MM