Con aproximadamente 16 años padeciendo las penurias que dejan las recientes lluvias y la constante crecida del lago Los Tacarigua, los habitantes de Aguacatal II, específicamente en la calle Los Jardines, al sur de Maracay, han denunciado las graves condiciones en las que viven.
Y aunque varias viviendas ya han sido desalojadas por la situación, muchos vecinos siguen en esta comunidad, y piden a las autoridades ocuparse de este sector, ya que ellos se consideran olvidados.
Afectación den la comunidad
Ana Carrizales es una de las tantas afectadas de la comunidad, quien exigió una pronta reubicación de las familias que aún quedan en esta zona a una vivienda digna, no obstante las autoridades municipales refieren que en esta zona ya se procedió a indemnizaciones correspondientes.
«El llamado que hacemos es directamente al Gobierno Nacional y regional para que se aboquen, que vengan y vean la situación que tenemos acá. Aquí ya no se puede vivir, tenemos enfermedades de la piel y respiratorias», enfatizó Carrizales, quien afirmó que no ha sido inmunizada.
Carrizales agregó que muchos de sus hijos y nietos han tomado la decisión de irse del sector, debido a que los malos olores son demasiado fuertes, además de evitar una enfermedad grave para los niños.
Y al margen de esta situación de indemnización, cuyo registro lo lleva la Alcaldía de Girardot, la situación meteorológica actual del país, con numerosas ondas tropicales generando fuertes lluvias, despierta los viejos temores de los actuales residentes de Aguacatal, que temen por alguna anegación repentina.
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«No se puede vivir porque estamos en condiciones vulnerables», resaltaron.
Maribel Castillo es otra de las afectadas, que decidió ser portavoz de esta problemática que están atravesando hace mucho tiempo y que ya no encuentran la manera de solucionar.
«De verdad que esta situación ya no se puede, aquí son las culebras, las arañas, cucarachas, ratones; toda clase de animales hay aquí. Uno sale con bota y con miedo de que venga un animal por debajo y lo pique», expresó Castillo.
La situación se ha vuelto insostenible
De acuerdo a estas denuncias, la situación se ha vuelto insostenible para vivir en esta zona, debido a las cercanías con el lago, ya que cuando llueve se desborda y no sólo inunda las calles, sino que las casas se han visto afectadas, y los propietarios han perdido sus enseres.
Aunado a esto, han sido testigos de la presencia de animales como serpientes, ratones, sapos, entre otros. Además, para poder salir de sus hogares se han visto en la necesidad de utilizar botas de goma.
ALEJANDRA BUITRAGO | elsiglo
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