La fantasía se hace realidad en La Casita del Árbol

La Colonia Tovar, en el estado Aragua, es sin duda una potencia turística por excelencia no sólo de la región, sino de todo el país, pues en sus espacios se muestra una gran diversidad de ecosistemas que funcionan a la perfección, para hacerla atractiva a los ciudadanos del mundo.

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La Casita del Árbol de los destinos más buscados por los turistas

En este sentido, «El rinconcito alemán» cada vez abre más sus puertas a los turistas, puesto que ya no sólo muestra su casco histórico, propio de la tierra de sus colonizadores, sino el resto de sus sectores, donde se puede practicar todo tipo de turismo, poniendo en evidencia la frase del argot popular: «En la variedad está el gusto».

Siendo así, que en el sector El Paují, saliendo hacia la ciudad de Caracas, se encuentra La Casita del Árbol, un destino turístico que cuenta con una casa construida en un gran árbol, la cual cuenta con un puente de cuerdas y tablas, a donde los turistas pueden acceder para tomarse fotos y admirar la naturaleza a su alrededor.

Gabriel Travieso, encargado de La Casita del Árbol, explicó que esta atracción de las más demandadas por los usuarios que visitan esta parte del Este aragüeño, está al servicio de todos desde hace más de cinco años, pues representa el sueño de niños de todos, al ser un espacio mágico que al parecer sólo existe en sueños, pero que se puede materializar en el municipio Tovar.

El sitio también es un lugar de encuentro

«Es una casita que está posicionada a 28 metros de altura, en un árbol de Cedro Americano que data de más de 230 años. Se construyó por el dueño inicial de las tierras y nosotros posteriormente la potenciamos, no sólo a nivel de infraestructura, sino además de reinvención de atractivo, para así poder brindar esta ventana de distracción y de elevación del niño interno de todos nuestros visitantes y que cale como la ha estado haciendo tanto en propios, como visitantes, quienes constantemente vienen a deslumbrarse con esta edificación propia de las películas y fantasías de películas», mencionó Travieso.

De la misma forma, indicó que con el pasar del tiempo han puesto en marcha otros atractivos, como espacios para el compartir y disfrute de los ciudadanos, donde todos pueden disfrutar de la gastronomía, bebidas tradicionales y además de un ambiente familiar.

Gabriel Travieso, encargado de La Casita del Árbol

«Hemos crecido bastante este año y el motivo especial que es una casa en un árbol llama la atención. Seguimos creciendo en varios ámbitos del turismo y es lo que estamos consiguiendo y es nuestra mira, seguir impulsando nuestra Colonia Tovar, que nos ha dado tanto y nos sigue dando a los que aquí hacemos vida», dijo.

Con este panorama atractivo, si llegaste a la Colonia Tovar en transporte público, cualquiera de los distintos operadores turísticos con pequeños vehículos de paseo te llevarán a visitarla en grupo. En el caso de que estés utilizando un vehículo propio, también puedes acceder a la misma, ya que tiene dos estacionamientos: el propio de la atracción y el que se encuentra en la parte superior antes de la entrada.

Finalmente, luego de visitar La Casita del Árbol, en la misma atracción, podrás disfrutar de bebidas frías o calientes como café o chocolate y así relajarte un rato y admirar la belleza a tu alrededor.

La tradición cervecera se transforma en atracción turística

Tras la partida de Endingen de los colonos, habían transcurrido sólo 112 días, cuando de inmediato comenzaron diligentemente a laborar, con mucho entusiasmo, consiguiendo que pocos meses después ya circulara por la zona un periódico, que entre sus noticias informó sobra la primera realización de una cerveza en suelo venezolano.

Este hecho trascendental posicionó con el paso del tiempo la localidad como un lugar que muchos querían visitar, para conocer los espacios y el proceso donde nació esta bebida, parte de la cultura alemana, tomada por los habitantes de Venezuela.

Jurgen Othmer, quien dirige la visita en el Museo de la Cervecería Tovar

Por tanto, los colonieros tomando en cuenta este aspecto y todas las bondades que ofrecían a quienes los visitaban, se pusieron manos a la obra para mostrar un museo, donde los turistas no sólo pudiesen conocer el proceso de elaboración, sino además una historia rica en vivencias y sino en técnicas.

Jurgen Othmer, quien dirige la visita en el Museo de la Cervecería Tovar, mencionó que la Cervecería Tovar se fundó en el año 1999, primero micro cervecería, por Anton Schaller, cervecero alemán que implementó una tecnología avanzada al proceso de elaboración artesanal de la cerveza coloniera, siguiendo los estándares exigidos en la ley de pureza bavaria desde 1843, esto luego de que entre mayo y junio del año 1843 se creara la primera cerveza de la mano del maestro Karl Betnitz.

«Lo que ofrecemos a los turistas es que conozcan parte de nuestra cultura y de uno de muchos aportes que hemos hecho desde la Colonia Tovar, aquí le comentamos a quienes nos visitan sobre todo el proceso metódico, de cómo se hace una cerveza, de las que se crearon desde la primera semana de la llegada de los colonos a tierras venezolanas, todo esto siguiendo la Ley Reiheitsgebjot o Ley de Pureza Babaria de 1516», expresó.

Continúo explicando: «Para la realización de este producto se usa cebada malteada, lúpulo verde y agua de pozo. En una cuba se macera el grano partido de malta, de allí se pasa a la cuba de filtración, pasando previamente por un tamiz. Este líquido se hierve durante dos horas, se coloca el lúpulo y se lleva a punto de ebullición de 12 ºC. Una vez que enfríe se pasa al tanque de fermentación y se le añade la levadura. Durante una semana se destila en filtros de paños, se embotella y se pasteuriza. Luego se le coloca las etiquetas y se envasa. El proceso completo dura tres semanas y media y la producción es de ochenta cajas diarias. La cerveza se distribuye en un 80% en el municipio Tovar y 20% fuera de éste», puntualizó.

Asimismo, Othmer aseguró que siempre la intención de Tovar ha sido crear cultura a través del disfrute de los productos, que llevan impresos en ellos la identidad coloniera y los avances que han tenido con el paso del tiempo, para la atracción del consumidor.

«Creamos conciencia, informamos y además hacemos amar lo nuestro en una sola visita, porque a nosotros nos gusta ser buenos anfitriones y que cada vez queden más enamorados de nuestras tierras», puntualizó el director del museo de Cervecería Tovar.

En resumidas cuentas, los turistas que quieran acercarse a este punto turístico y cultural del municipio Tovar, sólo deben dirigirse al Hotel Freiburg, ubicado en la calle Elizabeth Von Keller, sector la Vía Medicatura, o simplemente tomar algunos de los paseos guiados donde está este destino.

Una senda marcada por el turismo

El amor al turismo mueve las fibras, un claro ejemplo de ello es la pareja conformada por Sebastián Andrius y Amparo Merino, quienes desde hace dos años salieron de Chile, con el objetivo claro de conocer todo el continente americano, hasta llegar a su destino, Alaska.

El sitio también es un lugar de encuentro

En su paso por tierras aragüeñas, específicamente desde la Colonia Tovar, los viajeros comentaron que llevan dos años en una senda marcada por el turismo y el amor a la naturaleza; y con ello a la gran diversidad de ecosistemas con la que cuenta esta parte del mundo.

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«Tenemos ya dos años y medio viajando, hemos conocido hermosos lugares y no nos arrepentimos de esta decisión que tomamos, en función de ser felices y de pertenecer de una forma más armoniosa y sana al mundo, esto a través del turismo y del cuidado del mismo», expresaron.

Igualmente, mientras vendían sus artesanías, para ir costeando los gastos del viaje, indicaron que anterior a su salida, ellos ejercían sus labores de «personas comunes y corrientes», sin embargo dejaron todo para vivir un nuevo estilo de vida.

«Nos arriesgamos y aquí estamos viviendo una experiencia excepcional, hemos pasado por muchos países y en Venezuela tenemos cinco meses, desfrutando de todo lo que podemos y con ello podemos decir, que Venezuela es hermosa, la Gran Sabana, las playas, La Colonia Tovar, todo es hermoso y por eso hemos pasado tanto tiempo, todo sin dejar a un lado nuestra meta. Estamos haciendo todo a nuestro paso».

Por otro lado, comentaron que en todo este largo viaje han estado acompañados de una casa rodante, en la cual tienen todas sus comodidades. «Nosotros compramos el auto y aún no tenía nada y lo arreglamos de una forma que nos sirviera para el viaje, que tenga todas las comodidades y nos sirvió excelentemente, porque aquí vamos y más enfocados que nunca».

Finalmente, puntualizaron que van a volver a Colombia, para desde Cartagena de Indias cruzar a Panamá y así «tener tierra directa hasta Alaska».

DANIEL MELLADO | elsiglo

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