El padre Joel Laffon, quien sirvió como párroco de la iglesia Jesús Buen Pastor, ubicada en el sector 11 de Caña de Azúcar, municipio Mario Briceño Iragorry, se despide de su comunidad tras más de seis años de dedicación y servicio, dejando una huella imborrable en la vida espiritual de sus feligreses.
En su despedida, Laffon expresó su profundo agradecimiento a la comunidad por el apoyo incondicional y el cariño recibido a lo largo de su ministerio, del cual, sin duda alguna, se lleva todo el aprecio y amor de los lugareños.
Y es que el padre decidió continuar su camino hacia el viejo continente, donde se dedicará a profundizar en sus estudios como exorcista, lo que representa una oportunidad para crecer en su vocación y ampliar sus conocimientos en un área crucial para la vida espiritual de la Iglesia Católica.
«Ha sido una vivencia fructífera. Gracias a Dios pudimos llevar a cabo diversas realidades pastorales, atendimos completamente el área de enfermos, además se cumplió con la primera comunión, la confirmación y el matrimonio», informó.
De igual modo señaló que durante estos seis años se llevaron a cabo jornadas de evangelización en varios puntos de la localidad, abarcando los sectores 8, 9, 10, 11, 12 y 13 de Caña de Azúcar.
«Igualmente pudimos asistir a José Félix Rivas y a la parte baja de Arsenal a llevar nuestro mensaje de fe y esperanza en Dios, en conjunto con algunas acciones diocesanas con nuestro movimiento, denominado Moesan», acotó.
Aseguró el religioso que dichas acciones fructificaron de manera efectiva la vida de la iglesia, debido a que se incrementó la participación de los feligreses no sólo en las fechas santas, sino también durante las actividades habituales.
«Doy gracias a Dios sobre todas las cosas porque es él quien ha llevado todo este trabajo pastoral. También agradezco y me llevo en el corazón a la feligresía de Jesús Buen Pastor que me ha apoyado siempre», agregó.
Finalmente, deseó al nuevo párroco, Silvestre Contreras, el mayor de los éxitos esperando que sigan avanzando y creciendo espiritualmente en la búsqueda del Señor.
HERNÁN GONZÁLEZ | elsiglo
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