Comprar carne es un lujo para los habitantes de San Mateo

Entre 380 y 320 bolívares deben pagar el kilo de carne los habitantes de San Mateo, municipio Bolívar, estado Aragua, quienes descartan este rubro sin dudarlo de su dieta diaria, ya que representa «un lujo» y no tienen la capacidad económica para llevarlo a sus hogares.

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La venta de carnes no despega


Esto, sin duda también ha sido un fuerte golpe para las carnicerías de la población, que han reportado bajas ventas ante el leve, pero significativo incremento de este rubro cárnico, vendiendo otras opciones como pollo, que es mucho más económico.

Juan Acevedo


En este sentido, Juan Acevedo aseguró que vende la carne de primera en Bs. 380 y de segunda en 320, precios para sus negocios los más razonables, y que mucha de su clientela al parecer no cuestiona.


No obstante, aseguró que las ventas no despegan, representando para él pérdidas para sus ingresos mensuales. «Las ventas han estado flojas, los precios si se han elevado pero no mucho, tratamos de mantenernos», añadió.


Por su parte, José Roja comentó que vende el pollo entre 140 y 160 bolívares el kilo, asegurando que la carne no es una opción rentable para el negocio.


«Yo vendo también carne, pero ahorita, como vez, no se vende como ante. Prefiero dedicarme más a vender pollo, que hasta los momentos es el producto que más sale», dijo.


Para María Sánchez, los precios de la carne son para ella exorbitante, teniendo que limitarse a comer solamente pollo, ya que lo puede conseguir hasta en 140 bolívares el kilo. «El pollo siempre ha sido más económico, y no se puede hacer más nada», comentó.

María Sánchez


Sánchez aseguró que compra por gramos y no por kilo, como en años anteriores, debido primero a que es una adulta mayor y sus ingresos no le dan para comprar como debe ser. «Hay partes que la carne vale Bs. 360, el queso igual. Pero 300 bolívares nos pega», comentó.


Igualmente, Sánchez explicó que la única manera que compre un poquito más de salado para su casa es cuando le llega el famoso «bono de guerra económica», que asigna el Gobierno nacional a las personas jubiladas y pensionadas.


«Anoche cuando nos cayó el bono salimos a comprar, y lo que pasa hijo, es que mi viejo y yo dependemos de eso. Los que trabajan son los tres hijos, y ellos tienen que mantener su hogar», sentenció.

LINO HIDALGO | elsiglo

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