Sol y Luna: las embajadoras ambientales de «Garras del Aire»

Cuando los jóvenes preguntan qué es la educación ambiental, suelen tener una vaga definición asociada a las charlas impartidas en los colegios y aquellos libros para colorear especies en peligro de extinción, que si bien han significado un punto de partida para una misión que cada día se hace más necesaria en el mundo, está lejos de ser la única alternativa.

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Mario Brandi, ingeniero agrónomo y cetrero

Aunque hay métodos desde los más creativos hasta los más innovadores, solo hay una característica que no puede faltar en ninguna de estas estrategias, ya que, sin esto, no tendría sentido el trabajo a realizar y se trata del «amor», sobre todo hacia la «casita» otorgada por el Creador, llena de seres vivos que merecen nuestro respeto.

Pero en esta oportunidad, ese amor transformó al sol y la luna en aves rapaces que surcan los cielos venezolanos; esta es la historia de una iniciativa de muchas plumas que llegó para formar a grandes y pequeños sobre el rol que cumple cada especie en la permanencia de la vida en el planeta, se trata de «Garras del Aire».

Iniciativa y responsabilidad

Se trata de un programa de educación fundamentado en las aves rapaces de Venezuela con dos ejemplares que cautivan el corazón de todas aquellas personas que lleguen a conocerlas, se trata de «Sol», un gavilán andapié y «Luna», una lechuza de campanario, que, a través de técnicas de cetrería, pasan a formar parte de esta iniciativa que enseña a los más jóvenes sobre la importancia de estas especies.

Mario Brandi, ingeniero agrónomo de profesión y cetrero de vocación, es el responsable de este proyecto que ha llegado a diferentes instituciones y espacios en el estado Aragua y otros lugares de Venezuela.

«Los niños y participantes de nuestras charlas aprenden las diferencias entre las rapaces diurnas y nocturnas. Aprendan sobre las garras, el plumaje, las estrategias de cacería, sus hábitos y virtudes, sus habilidades. De esta manera, ellos no solo escuchan la explicación, sino que lo pueden constatar, porque nosotros dejamos que vuelen las aves, hacemos demostraciones de lo que sería la cacería, ellos luego las pueden tocar y así aprender de ellas», explicó Brandi.

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Hagamos una aclaratoria importante

La educación ambiental en los niños es la base del programa Garras del Aire

Las leyes venezolanas prohíben la tenencia y comercialización de fauna silvestre y es por ello que este tipo de organizaciones deben cumplir con ciertos requisitos para que efectivamente puedan tener la custodia de algún animal.

En este caso, se utilizan técnicas de cetrería para rehabilitar y para reinsertar aves rapaces y aquellas que, debido a las condiciones en las que se encuentren, no puedan ser reinsertadas, entrarían en programas de educación, otorgándoles una vida más productiva que la que pudiesen tener en una jaula. A través de la cetrería, estas aves todos los días vuelan, cazan y comen, solo que bajo el adiestramiento y supervisión del humano.

La cetrería, ahora considerada un deporte o un arte, era un elemento básico en la educación de todo caballero medieval y consistía en la cacería con aves rapaces entrenadas para volver al puño cuando se le llama y así poder cazar juntos.

La diferencia es que ahora se busca poner en práctica esta actividad con aves rescatadas y con la intención de que estas cacen para su propia alimentación. En algunos casos más novedosos, se emplean estas técnicas para que las aves rapaces se conviertan en controladores biológicos de algunas plagas que afectan diferentes cultivos, en el caso de Venezuela, el tejedor africano en las siembras de maíz.

Cetrería en Venezuela

"Garras del Aire"
A través de técnicas de cetrería es posible la rehabilitación y reinserción de aves rapaces

Mario Brandi, relató cómo fue su incursión en esta práctica milenaria. «Yo quería ser cetrero, pero no tenía el conocimiento de que existía en el país la fundación Cetreros de Venezuela así que no fue sino hasta el año 2018 que logro contactarlos, porque me dieron el rescate de un búho y sabía que, con técnicas de cetrería, se podía rehabilitar y reinsertar», precisó el ingeniero.

Todo esto ocurre cuando Brandi tenía más de dos décadas trabajando con aves, ya que, desde 1990 estuvo colaborando en la fundación Williams Phelps y en la colección ornitológica que lleva el mismo nombre, de la mano del doctor Miguel Lentino. Adicionalmente a esto, ayudó, durante esa década en el anillado de aves del paso de Portachuelo y desde entonces se ha mantenido vinculado al mundo de la ornitología.

«Garras del Aire»: Amor y entrega

A pesar de su amor por las aves rapaces, no fue sino hasta que se presentó la emergencia del búho antes mencionado, que tuvo la oportunidad de pertenecer a Cetreros de Venezuela, cuando efectivamente el animal logró ser liberado e incluso hizo pareja y tuvo crías.

«Quedó demostrado que la cetrería sí sirve para rehabilitar y para reinsertar y así poder conservar a nuestro país como el séptimo con mayor biodiversidad del mundo. Luego de varias liberaciones, Río Verde me propone crear un programa de educación, ya que, cuando me gradué de cetrero, me dieron la secretaría de Educación y es así como nace la iniciativa de «Garras del Aire».

Ahora bien, es importante que el público conozca la historia que hay detrás de las protagonistas de esta iniciativa Sol y Luna, aves que culturalmente se han asociado a infinidad de creencias y mitos, que han puesto en riesgo su existencia.

LUNA: NO SOY UNA BRUJA

Luna, embajadora de «Garras del Aire»

Solo en las canciones infantiles, las lechuzas parecen ser amigables y hasta nos enseñan a hacer silencio cuando en los momentos oportunos y a respetar las normas del buen oyente y del buen hablante.

Pero para el venezolano en general, durante décadas, sobre todo en los llanos venezolanos, esta especie debe ser temida… ¿y por qué? Porque en ese cuerpo lleno de suaves plumas y su cara de plato, igual al de una manzana a la mitad, se oculta una terrorífica bruja.

Al menos, eso creían las personas que muy seguros de que este mito fuera cierto, sometieron a la familia de Luna a las llamas, solo un pequeño pichón pudo salvarse al atroz hecho, gracias al noble corazón de un muchacho.

Sebastián, ese es el nombre de adolescente que muy decidido escondió aquella majestuosa ave, una lechuza de campanario, cuyo nombre científico es Tyto Alba. Sin embargo, esa crianza que le dio una segunda oportunidad a Luna, también hizo que se improntara al ser humano, por lo tanto, no se identifica con su especie, lo que imposibilita su reintroducción a la vida silvestre.

«Luna llegó a mí, a través de la fundación, tramité toda la permisología legal y empecé el proyecto de educación con la ‘embajadora de la noche’, pero necesitaba a alguien que representara al día y eso corresponde a Sol», relató el cetrero.

SOL: LA EMBAJADORA DEL DÍA

Sol, embajador de «Garras del Aire»

Un pichón acorralado y asustado, eso era Sol antes de su rescate, sus padres fueron vilmente cazados. Una escopeta en manos despiadadas, terminaron con la vida de dos gavilanes por el crimen de proteger su nido y alimentar a sus pichones.

Pero Sol no sabía lo que ocurría, solo que el hambre la hacía pedir a gritos la atención de su madre que ya nunca más vendría, solo atendió al llamado deaquellas manos severas que la apretaron para sacarla de su nido.

Se trata de un gavilán andapié o águila de Harris, la cual luego de este terrible acontecimiento, resultó sometida al comercio ilegal de fauna. 50 dólares era el costo de todo ese sufrimiento.

«Un miembro de la fundación llamado Ronald Moreno supo de esta situación, alertó a la Guardia Nacional Bolivariana para que estos hicieran el procedimiento legal y el decomiso del animal y se da en custodia para el proyecto de educación, y así fue como se unió a este equipo, nuestra ‘embajadora del día».

No somos dueños de la naturaleza

En medio de todo este contexto, en el que estas dos aves, pese a que jamás podrán regresar a su hábitat natural, lograron un final feliz, pero que deja en evidencia que el hombre sigue causando estragos en la naturaleza, Mario Brandi, solo pudo decir lo siguiente: «Me preocupa mucho el daño que estamos haciéndole al medio ambiente».

«Somos un país megadiverso, un título que solo tienen 20 países en el mundo y si no hacemos algo pronto, podemos no solo dejar de serlo, sino que va a afectar nuestras vidas solo porque nos creemos dueños de la naturaleza cuando solo somos parte de ella», continuó diciendo.

Asimismo, el ingeniero Brandi afirmó que está convencido de que en la educación está el cambio y la mejor forma es llevar ese conocimiento a los niños que son el futuro y también, son los principales mensajeros que llevarán toda esa información a sus hogares para un mayor alcance en las familias.

TIPS NATURALES

"Garras del Aire"
Estas técnicas permiten que las aves que no puedan ser liberadas, desarrollen sus habilidades naturales como volar y cazar para comer

En este sentido, hay una serie de tips que se dan a los participantes en las charlas de Garras del Aire, que cualquier ciudadano puede realizar y aportar su granito de arena para salvar el planeta:

  • Respetar el curso natural de la naturaleza. Sobre todo, cuando los pichones están en la etapa de volantones, hay que dejarlos allí y no creer que es un rescate y tomarlos de su ambiente natural, simplemente están aprendiendo a volar.
  • Tomar conciencia de no poner veneno a las ratas, sobre todo en espacios abiertos, porque se estaría poniendo veneno a la comida de las aves nocturnas.
  • Evitar el uso de insecticidas y pesticidas, ya que hay que cuidar a los insectos para tener más aves.
  • No comprar aves, ni ningún animal silvestre, ya que esto fomenta el comercio ilegal.
  • En cualquier circunstancia, el reciclaje siempre deja grandes aportes.

CHIQUINQUIRÁ RIVERO | elsiglo

CJL/JAS