Después de las elecciones presidenciales, el aumento desmedido del precio de la zanahoria y la papa ha causado preocupación entre consumidores y comerciantes locales, ya que eso limita las ventas.
En un recorrido por los distintos puestos de verduras dentro de Mercado Libre de Maracay, se pudo observar más existencia de estos rubros en comparación con días anteriores, sin embargo, las personas se siguen quejando de los altos costos de estos alimentos básicos.
«Esta semana estuvo bastante ruda conseguir la mercancía, por ese motivo, como no hay la vendemos un poquito más cara. El que llevaba un kilo, ahora lleva medio, el que llevaba medio, ahora lleva lo que se necesita en el día», expresó María Arones, vendedora.
También, Carmen Castillo, especificó que «compraron caro» los sacos el pasado fin de semana, debido a los problemas con el traslado de los camiones, así que se han visto en la necesidad de aumentar el precio.
«Ya hoy bajó un poco, pero nosotros tenemos que seguir vendiendo para sacarle a como la pagamos, pero esperemos a partir de esta semana como se comporta», declaró Castillo.
Ante esta coyuntura, los maracayeros expresaron su malestar y preocupación por la difícil situación económica que enfrentan, ya que ven afectada su capacidad adquisitiva y acceso a alimentos esenciales para su dieta diaria.
Al respecto, Carmen Tejada, consumidora, destacó que «eso se elevó demasiado, la papa, la zanahoria y la remolacha, están bastante fuerte, esta semana no pude comprar nada de eso».
Uniéndose también Milagros Castañeda, afirmando que «compramos menos cantidad de la que siempre compro, en verdad la inflación es bastante alta, llevo la mitad de lo que consumo».
Mientras tanto, los consumidores buscan la mejor manera de hacer frente a esta situación y tratan de enfrentar estos altos costos llevando menos cantidad de la que podían permitirse antes, así como también implementaron comprar una o dos zanahorias interdiario.
Los vendedores, por su parte, se mostraron consternados ante esta situación, puesto que se ven obligados a ajustar sus precios para poder hacer frente al aumento de la materia prima y también obtener ganancia.
ALEJANDRA BUITRAGO | elsiglo
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