La presidenta electa mexicana, Claudia Sheinbaum, resaltó ayer las «fortalezas enormes» de la economía del país, ante el ‘lunes negro’ del mercado mundial, y destacó el récord de generación de empleos en México, comparado con la tasa de desempleo en Estados Unidos.
En conferencia de prensa, Sheinbaum señaló que a diferencia del «dato de desempleo en Estados Unidos», uno de los factores que provocó caídas en distintas bolsas del mundo, en México este indicador ha ido en aumento, lo que refleja «una fortaleza de la economía mexicana, que sí tiene impactos ante los movimientos financieros internacionales, pero que se pueden afrontar de una mejor manera».
«Evidentemente, lo que pasa en otros países impacta financieramente a México», subrayó al término de una reunión con gobernadores del este del país, pero advirtió que «sería muy distinto si la economía mexicana estuviera débil, no hubiera empleo o no se hubiera fortalecido el mercado interno».
Sobre el temor a una recesión en Estados Unidos, Sheinbaum llamó a no adelantarse y «esperar el impacto de lo ocurrido», pues en noviembre «vienen elecciones» en EEUU y aseguró que su próximo Gobierno ya se está «preparando para cualquier escenario».
«Si bien estamos integrados en muchos sentidos a la economía de Estados Unidos, también hay fortalezas enormes de nuestra economía, que nos permiten que si bien haya cambios en la paridad frente al dólar, el mercado interno hoy esté mucho más fortalecido por las obras públicas, la inversión privada, los programas de bienestar y por los aumentos salariales que se han dado», apuntó la Mandataria electa.
Por ello, apuntó que es «fundamental mantener el empleo en el país» ante una posible crisis económica mundial, por lo que señaló que la inversión en las obras prioritarias del Gobierno será clave.
Asimismo, agregó que su Gobierno seguirá buscando la inversión privada dentro del esquema conocido en inglés como ‘nearshoring o relocalización de inversiones, lo cual «presenta muchas oportunidades para México».
Estas declaraciones ocurren luego del desplome de la bolsa de Wall Street en la apertura este lunes, con caídas superiores a 1.000 puntos en dos de sus principales indicadores, el Dow Jones de Industriales y el Nasdaq, por el temor a una recesión en Estados Unidos, y la situación en Japón, donde el principal índice de la Bolsa de Tokio, el Nikkei, se desplomó un 12,40 % este lunes, la segunda mayor caída porcentual de su historia.
Según los analistas, la volatilidad alcanza niveles no vistos desde las caídas bursátiles de marzo de 2020, ligados a la declaración de la pandemia de Covid-19, por el miedo a que la Reserva Federal (Fed) dicte la esperada rebaja de los tipos demasiado tarde.
STC