Honrando la cultura portuguesa y venezolana

Bajo el manto de la virgen Nuestra Señora de Fátima, esta agrupación de tradiciones portuguesas ha llevado la batuta en la entidad a lo largo de 40 años, honrando no solo a la virgen a la que le rinden tributo, sino también a la memoria de sus ancestros.

Honrando la cultura portuguesa y venezolana. FOTO: CORTESÍA

Las agrupaciones folclóricas europeas en Venezuela, como la portuguesa, no sólo promueven la preservación de la música y danzas tradicionales de sus ancestros, sino que también transmiten valores culturales arraigados en la historia de sus pueblos.

La música y el baile siempre han sido una parte fundamental de la cultura portuguesa, y en Venezuela estas agrupaciones se encargan de mantener viva esa tradición. A través de sus presentaciones en festivales y eventos culturales, los grupos folclóricos portugueses difunden la riqueza de su patrimonio cultural, brindando a la audiencia la oportunidad de conocer y disfrutar de las melodías y pasos de baile típicos de Portugal.

Además, estas agrupaciones también sirven como un espacio de encuentro y convivencia para la comunidad portuguesa en Venezuela, permitiendo que sus miembros se mantengan conectados con sus raíces y compartan experiencias con personas que comparten su misma herencia cultural.

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Más detalles sobre la cultura portuguesa y venezolana

En cuanto a las diferencias entre clases sociales, la música y el baile folclórico han sido históricamente una forma de expresión y celebración tanto para las personas más pudientes como para aquellas de clases más humildes.

Sin embargo, es importante destacar que, a pesar de las diferencias socioeconómicas, la música y el baile tienen la capacidad de unir a las personas, trascendiendo barreras y divisiones. En este sentido, las agrupaciones folclóricas europeas en Venezuela, como la portuguesa, juegan un papel importante en la promoción de la integración y el entendimiento entre individuos de distintas clases sociales, fomentando la tolerancia y el respeto mutuo.

En definitiva, la música y el baile folclórico son más que simples expresiones artísticas: son una manifestación de la identidad y la memoria colectiva de un pueblo, transmitiendo valores y tradiciones que contribuyen a fortalecer los lazos comunitarios y enriquecer las relaciones interpersonales. La preservación de estas manifestaciones culturales es fundamental para mantener viva la herencia de nuestros antepasados y construir un futuro basado en el respeto por la diversidad y la inclusión.

ALEJANDRA BUITRAGO | elsiglo

MG