El próximo 26 de julio, Morón se vestirá de fiesta para conmemorar a su patrona, Santa Ana. Esta celebración, que se ha convertido en una de las festividades más emblemáticas de la región carabobeña, reúne a la comunidad en una serie de eventos que reflejan la devoción y el fervor cultural de sus habitantes.
Desde tempranas horas de la mañana, las calles de Morón se llenarán de feligreses que participarán en la tradicional procesión en honor a Santa Ana. Este recorrido, que se realiza desde la iglesia parroquial y recorre diversos puntos del municipio, es acompañado por cantos, rezos y el sentir religioso de los asistentes, quienes portan velas y flores, en muestra de agradecimiento y peticiones a la santa patrona.
Una de las actividades más esperadas de la jornada es la elección de la reina de las festividades. Este certamen, que destaca la belleza y el carisma de las jóvenes de Morón, es un evento lleno de color y alegría. Las candidatas, preparadas durante semanas, desfilan con elegancia y gracia, buscando representar con orgullo a su comunidad. La coronación de la nueva reina se lleva a cabo en la plaza principal, ante la mirada expectante de vecinos y visitantes.
Además de la procesión y el certamen de belleza, la fiesta de Santa Ana, incluye la tradicional quema del arbolito. Este ritual, que simboliza el fin de los ciclos y el renacimiento, es uno de los momentos más emotivos de la celebración. El arbolito, cuidadosamente decorado, es encendido al caer la noche, iluminando el cielo de Morón y generando un ambiente de unión y esperanza entre los presentes.
La música también juega un papel fundamental en estas festividades. La retreta, a cargo de la banda municipal, ofrece un repertorio variado que incluye desde piezas clásicas hasta ritmos populares, deleitando a personas de todas las edades. La plaza se convierte en un punto de encuentro donde la comunidad se reúne para disfrutar de la música, bailar y compartir momentos de alegría.
La jornada festiva concluye con un espectáculo de fuegos artificiales que ilumina el cielo nocturno, cerrando con broche de oro un día lleno de actividades y emociones. Esta celebración no solo honra a Santa Ana, sino que también fortalece los lazos comunitarios y preserva las tradiciones que han pasado de generación en generación.
La celebración del Día de Santa Ana, es un claro ejemplo de cómo la fe y la cultura se entrelazan para dar vida a una fiesta que, año tras año, sigue siendo un referente para los habitantes del municipio y para quienes visitan esta región de Carabobo.
STC