Producto de un arrollamiento registrado en la Intercomunal Santiago Mariño, resultó muerto un ciudadano que respondía al nombre de Juan Santana Ron, de 65 años de edad, de oficio taxista y padre de familia.
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Según la versión de los familiares que acudieron este martes al Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses en Caña de Azúcar a tramitar el retiro del cadáver para su cristiana sepultura, el accidente sucedió este lunes aproximadamente a las 6:00 de la tarde.
Aun con signos vitales, el hombre fue trasladado al Servicio de Emergencia del Hospital Central de Maracay, donde quedó bajo observación de los galenos de guardia. No obstante, cerca de las 4:30 de la madrugada de este martes 2 de julio, el paciente dejó de existir a causa de varias lesiones graves.
Se dijo que el conductor fue detenido para las averiguaciones de rigor, pero luego dejado en libertad.
Se detalla que Santana venía caminando de la comunidad de El Mácaro, en donde estuvo visitando a su hermana hasta su residencia ubicada en Sorocaima II y al llegar a la altura del barrio Caridad del Cobre, en la Intercomunal Turmero, cruzó el canal que conduce a la ciudad de Maracay sin ningún contratiempo.
Sin embargo, cuando trató de pasar el canal que va hacia la Encrucijada de Turmero para dirigirse a su casa, lo arrolló una camioneta Silverado, cuyo conductor fue detenido poco después por las autoridades de la División de Tránsito Terrestre de la Policía Nacional Bolivariana.
Solidaridad entre familiares y el conductor
Transcurridas varias horas, los parientes de la víctima abogaron ante los funcionarios para que dejaran en libertad al ciudadano, ya que él no lo quiso matar en tales circunstancias.
Minutos más tarde, el señor, cuya identidad se reserva, asumió los gastos generales. Se indicó que el hombre al tener información que el ciudadano había muerto, entró en crisis e inmediatamente se solidarizó con los parientes de Juan Santana.
De la víctima, se indicó que era una persona muy servicial en la barriada y se ganó el aprecio de mucha gente. Trabajó en varias empresas del sector privado y después se dedicó al oficio de taxear. Levantó su familia con principios y valores. Y este lunes consiguió la muerte de la manera más absurda. Las cosas de la vida.
LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo
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