Portugal fue testigo de un acontecimiento histórico que marcó un hito en la lucha por la democracia y libertad en el país, conocido como la Revolución de los Claveles. Este evento, que tuvo lugar el 25 de abril de 1974, fue un momento crucial en la historia, que cambió el curso del país y abrió las puertas a una nueva era de libertad y democracia.
La Revolución de los Claveles fue un levantamiento pacífico liderado por jóvenes oficiales del ejército portugués, que se unieron con civiles y trabajadores en un llamamiento a poner fin a la dictadura que había marcado al país por más de cuatro décadas. La expresión de resistencia pacífica se materializó con la colocación de claveles rojos en las armas de los soldados y la oposición a las políticas represivas del régimen autoritario.
Este acto de valentía y solidaridad por parte del pueblo portugués llevó a la caída del régimen dictatorial del Estado Nuevo y abrió las puertas a la reinstauración de la democracia en Portugal. La Revolución de los Claveles simbolizó, además, el fin de la guerra colonial en África y el comienzo de una nueva era de esperanza y libertad para el país.
La Revolución de los Claveles continúa siendo un recordatorio del poder del pueblo para provocar un cambio positivo y pacífico en la sociedad. En este 45 aniversario, Portugal rinde homenaje a los protagonistas y héroes de este acontecimiento histórico, y reafirma su compromiso con los valores de la democracia, la justicia y la libertad que surgieron de este capítulo trascendental en la historia del país.
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¿POR QUÉ CLAVELES?
Este evento, que puso fin a casi cinco décadas de dictadura, ha dejado una huella indeleble en la historia de Portugal y se ha celebrado como un símbolo de resistencia pacífica y lucha por la libertad y la democracia.
El curioso nombre de «Revolución de los Claveles» tiene sus raíces en un momento emblemático que marcó la transición de un régimen autoritario a uno democrático. Durante las manifestaciones, las personas colocaron claveles rojos en las armas de los soldados, como un símbolo de fraternidad y paz.
Celeste Caeiro, fue una camarera de la época y a quien es atribuida la presencia de los claveles, que eran la flor de la temporada. Celeste, regresaba a casa cargada de las flores, la mañana del 25 de abril, y se topó con los militares preparados para iniciar con el levantamiento.
Al no poderle entregar un cigarrillo que uno de los soldados le pidió, Celeste le dio un clavel porque los manojos eran lo único que tenía con ella. Así, el soldado lo puso en su cañón y los compañeros repitieron el gesto colocándolos en sus fusiles, como símbolo de que no deseaban disparar sus armas, extendiéndose la acción por toda la ciudad.
Resistencia y solidaridad
El gesto de ofrecer claveles a los soldados simbolizó la resistencia pacífica y solidaridad entre civiles y militares, destacando la determinación del pueblo portugués por buscar un futuro más democrático y justo para el país. A medida que la revuelta ganaba fuerza, los claveles se volvieron un símbolo icónico de la revolución, representando la esperanza de un nuevo comienzo y una democracia renovada.
Al día de hoy, el nombre «Revolución de los Claveles» sigue recordando el espíritu de solidaridad y paz que marcó el levantamiento, ofreciendo un testimonio conmovedor del poder del pueblo para traer cambios significativos a través de la no violencia y el deseo de una sociedad más justa.
ALEJANDRA BUITRIAGO | elsiglo
JAS