Día de la Mujer: Una fecha para conmemorar la lucha femenina

En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, celebrado el 8 de marzo, se destaca la persistente lucha del feminismo en Venezuela y Latinoamérica por la igualdad salarial, los derechos equitativos, y la justicia para las víctimas de feminicidios. Este día, más que una celebración, es un recordatorio de los desafíos que enfrentan las mujeres en la búsqueda de igualdad y justicia en todos los ámbitos de la sociedad.

Día de la Mujer: Una fecha para conmemorar la lucha femenina elsiglo.com.ve

Durante años, a las mujeres se les ha llamado «el sexo débil», un término que ha sido utilizado para perpetuar estereotipos de género y promover la desigualdad entre hombres y mujeres. Esta expresión, que ha sido históricamente utilizada para describir a las mujeres como frágiles, emocionales o menos capaces que los hombres, ha contribuido a la discriminación y al limitado acceso de las mujeres a oportunidades sociales, económicas y políticas.

Sujei Torrealba

«Ser mujer es lo más importante en esta vida, ya que de nosotras depende toda la evolución de la tierra, porque es la que da vida a otras vidas», expresó Sujei Torrealba, maracayera y madre de familia.

Más allá de la mera composición biológica, las mujeres han demostrado a lo largo de la historia fortaleza, resiliencia, inteligencia y habilidades sobresalientes en diversos ámbitos de la vida.

«Me siento dichosa y feliz de ser mujer», manifestó Yoli Barreto, y así como ella muchas mujeres más que en este día tan importante se sienten más orgullosas de su género.

Durante años, y aún en la actualidad, se ha perpetuado el uso del término «sexo débil» para subestimar sus capacidades y contribuciones en la sociedad, perpetuando así un patrón de desigualdad y discriminación. Sin embargo, la mujer se ha mantenido activa en la lucha por demostrar su capacidad de superación.

«Es importante trabajar y defenderse uno mismo como mujer, luchar y ser guerrera es demasiado importante», agregó Barreto.

«Ser mujer lo es todo, aparte de ser una bendición. Porque la mujer es un ser especial, un ser que transforma, que puede ser fuerte y débil a la vez, es el apoyo de los hijos, el apoyo del esposo, el apoyo de las amigas, tenemos nuestras debilidades pero siempre salimos adelante. La mujer es creadora, es educadora, tiene muchas facetas. El conjunto de todo eso es el currículum perfecto para que tengamos los mismos derechos que los hombres, somos seres diferentes y tenemos virtudes diferentes, pero no son superiores», afirmó María Torrealba, ingeniera agroindustrial.

Yuli García

Es importante reconocer que este tipo de lenguaje despectivo y estereotipado contribuye a la construcción de barreras para las mujeres, limitando sus oportunidades de desarrollo y su participación equitativa en ámbitos como la educación, el empleo, la política y el liderazgo. Al desafiar y desmantelar esta forma de pensamiento, se puede promover un entorno más inclusivo y equitativo para las mujeres, donde se valoren y reconozcan sus habilidades, logros y potencial plenamente.

En la lucha por la igualdad de género, es fundamental descartar los estereotipos de género arraigados y promover un lenguaje que refleje el respeto, la igualdad y la valoración de todas las personas, sin importar su identidad de género.

Reconocer la fuerza y la capacidad de las mujeres es crucial para avanzar hacia una sociedad más justa, inclusiva y empoderada para todas las personas.

«Necesitamos más protección, porque todavía somos vulneradas», puntualizó Yuli García, en referencia a la lucha actual de las mujeres contra un sistema que no les favorece o que la balanza pueda estar desequilibrada.

Contexto histórico

Mujeres que trabajaban en la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist en Nueva York en 1911

El Día Internacional de la Mujer, celebrado el 8 de marzo de cada año, es una fecha que rinde homenaje a la lucha por los derechos de las mujeres y conmemora la labor incansable de aquellas que han contribuido al avance de la igualdad de género. Esta importante conmemoración tiene sus raíces en un contexto histórico de movilizaciones y reivindicaciones sociales.

A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, las mujeres en diversos países comenzaron a protestar y manifestarse en demanda de mejores condiciones de trabajo, igualdad salarial, y el derecho al voto. Uno de los acontecimientos más icónicos que marcó el rumbo de esta lucha fue el incendio en la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist en Nueva York en 1911, donde muchas trabajadoras murieron como resultado de las condiciones laborales precarias. Este trágico suceso impulsó la conciencia colectiva sobre la necesidad de reformas en los derechos laborales y la protección de las mujeres en el ámbito laboral.

En 1910, en la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague, se propuso la idea de establecer un día internacional de la mujer, como un medio para promover los derechos de las mujeres y construir solidaridad en la lucha por la igualdad de género. A raíz de esta conferencia, en reconocimiento a esta causa, se celebró por primera vez el Día Internacional de la Mujer el 19 de marzo de 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza.

Posteriormente, en 1917, durante la Primera Guerra Mundial, las mujeres rusas protagonizaron una huelga a gran escala conocida como la «huelga de las panaderas», que marcó el inicio de la Revolución Rusa. Esta huelga culminó con la petición de «paz y pan» y desencadenó eventos que llevaron a la abdicación del zar y al reconocimiento del sufragio femenino en Rusia.

Desde entonces, el Día Internacional de la Mujer ha evolucionado como un símbolo global de la lucha por la igualdad de género y los derechos de las mujeres. En la actualidad, se celebra con eventos, marchas y actividades que buscan concienciar sobre los desafíos que enfrentan las mujeres en todo el mundo y promover la igualdad de género en todos los ámbitos de la vida.

El Día Internacional de la Mujer es una oportunidad para reconocer y honrar los logros y contribuciones de las mujeres, así como para renovar el compromiso de trabajar hacia un futuro más equitativo y justo para todas las personas, independientemente de su género.

Lucha por la igualdad y la justicia

En 1904 se fundó la Alianza Internacional de Mujeres que reivindicaba el sufragio femenino

La lucha por la igualdad salarial continúa siendo una prioridad para el feminismo en la región. A pesar de avances significativos, persisten disparidades en la remuneración de mujeres y hombres por trabajos de igual valor. Se requieren medidas contundentes para eliminar esta brecha y garantizar condiciones laborales justas y equitativas para todas las personas, independientemente de su género.

Asimismo, el feminismo en Venezuela y Latinoamérica sigue abogando por la igualdad de derechos en todos los aspectos de la vida. La lucha por la participación política, la representación en puestos de liderazgo, y la eliminación de la violencia de género son pilares fundamentales de esta agenda. La promoción de leyes y políticas que protejan y fomenten los derechos de las mujeres es crucial para avanzar hacia una sociedad más justa e inclusiva.

La búsqueda de justicia para las víctimas de feminicidios es un tema urgente y sensible que el feminismo sigue enfrentando con determinación. La violencia de género y los feminicidios son una triste realidad en toda la región, y la lucha por un sistema de justicia que investigue, persiga y condene estos crímenes es una prioridad ineludible. La concienciación y la prevención de la violencia de género también son aspectos fundamentales en esta lucha.

En el Día Internacional de la Mujer, es imperativo recordar que la lucha por la igualdad y la justicia no es exclusiva de un día o un mes, sino un compromiso constante que requiere la participación activa de toda la sociedad. Reconocer y celebrar los logros del feminismo, al tiempo que se redoblan los esfuerzos para superar los obstáculos que aún persisten, es esencial para alcanzar la vida igualitaria y justa que todas las mujeres merecen.

Conmemoración, no celebración

La lucha feminista ha experimentado un resurgimiento notable en los últimos años, marcando avances significativos en la promoción de la igualdad de género y el reconocimiento de los derechos de las mujeres en todo el mundo. Este movimiento ha liderado iniciativas para abordar la discriminación, la violencia de género, la brecha salarial y otros desafíos que enfrentan las mujeres en diferentes ámbitos de la sociedad.

En 1967 una mujer corre un maratón por primera vez

A lo largo de los años, el Día Internacional de la Mujer ha evolucionado para convertirse en un día de reflexión, concienciación y solidaridad en torno a los logros y desafíos que enfrentan las mujeres en todo el mundo. En lugar de ser una celebración festiva, es una oportunidad para reconocer la lucha por los derechos de las mujeres, destacar sus contribuciones a la sociedad y reafirmar el compromiso con la igualdad de género.

La conmemoración de este día busca destacar la persistencia de las desigualdades de género y promover acciones para abordarlas, así como honrar el legado de las mujeres que han defendido la igualdad y la justicia a lo largo de la historia. Es una ocasión para sensibilizar sobre la importancia de empoderar a las mujeres, promover su participación en la toma de decisiones y garantizar la eliminación de todo tipo de discriminación y violencia de género.

Este día es una conmemoración que reconoce el pasado, el presente y el futuro de la lucha feminista, recordando la urgencia de continuar trabajando hacia un mundo más equitativo e inclusivo para todas las personas, independientemente de su género.

Finalmente, podemos afirmar que cada 8 de marzo, más que una celebración por ser mujer, debe ser un grito de gloria y un continuo sentir de lucha y unión, velando por desmantelar completamente el concepto de que la mujer es inferior y llenando a niñas y jóvenes, como la generación de relevo con pensamientos positivos, que cada día se sientan más orgullosas y poderosas por ser mujeres, garantizándole seguridad y esperanza de convertirse en lo que cada una de ellas elija para su futuro.

ALEJANDRA BUITRAGO | elsiglo

CJL