Una dama le puso el nombre a El Consejo

El poder de la mujer, su ternura y su entereza las han hecho alcanzar hazañas que muy pocos conocen, pero que han marcado de forma icónica no sólo historias de personas, sino de comunidades y pueblos; tal es el caso de María Josefa del Buen Consejo del Sudor de la Encarnación Ignacia Dominga Antonia Nicolasa Petronila Pulchería Luisa de la Luz de Tovar y Ponte, quien colocó el nombre a la actual ciudad de El Consejo.

El cronista Germán Fleitas Núñez explicó que la proposición de este nombre se la hizo María Josefa a su padre el Conde de Tovar, quien gestionó ante el obispo de Caracas, don Mariano Martí, para que el nuevo pueblo que estaba por fundarse, llevara el nombre de la Madre de Dios, bajo la advocación de Nuestra Señora del Buen Consejo.

HISTORIA

«Esa hija, la primogénita del Conde, don Martín de Tovar y Blanco, primer Conde de Tovar y de su esposa María Manuela Concepción Ponte y Mijares de Solórzano, nació el 25 de marzo de 1761, siendo la primera de sus doce hermanos y la que conseguiría marcar la historia», mencionó.

Fleitas relató que María Josefa a sus 23 años, el 15 de agosto de 1784 ingresó a la Congregación de las Carmelitas Descalzas, con el nombre de Sor María Rosa de San José, abrazando así los hábitos, convirtiéndose en monja.

«En ese momento, su padre, quien ya había sido ennoblecido con los títulos de Conde de Tovar y Vizconde de Altagracia, además de ser Mariscal de Campo y el hombre más rico de Venezuela, acumuló el poder social, militar y económico y por supuesto, el poder religioso como una consecuencia de todos sus cargos, para fundar el nuevo pueblo, por lo que le solicitó a María Josefa que le pusieran su propio nombre, que era el mismo de la Devoción de toda la familia, acción que fue acatada y el 2 de septiembre de 1774, dos años antes de fundarse El Consejo, le entrega una carta al Obispo donde le ruega que se dedique en honra de la Santísima Virgen Nuestra Señora del Buen Consejo», mencionó.

SEÑORA DEL BUEN CONSEJO

Asimismo, el cronista explicó que la petición fue complacida inmediatamente. De ahí en adelante en toda la documentación que se refiere al pueblo se le llama «Pueblo de Nuestra Señora del Buen Consejo»; sin embargo al redactar el Acta de Fundación, suscrito por el Dr. Gabriel Jph. Lindo, se les olvida ponerle el nombre de La Virgen. Ello se evidencia por el hecho de que en el documento aparece interlineada la frase: «bajo la invocación y título de Nuestra Señora del Buen Consejo» y al final del documento aparece testado: «bajo la invocación de Ntra. Sra. del Buen Consejo». Tal vez el origen de este olvido se deba a que cuando se firmó el documento, el 24 de enero de 1777, el obispo Mariano Martí no se encontraba en Caracas.

CONDE DE TOVAR

«Seguidamente, ante la respuesta positiva por parte del Obispo, el Conde de Tovar le anuncia la adquisición de una imagen de la Virgen del Buen Consejo, ésta fue sólo una acción pequeña, pues la siguiente fue que en la mañana del 29 de julio de 1782, María Josefa del Buen Consejo, ahora Sor María Rosa, hace renuncia de sus bienes. Dándoselos a la iglesia del Buen Consejo, agregando además la donación de una custodia de plata sobredorada con piedras de Francia, una lámpara de plata y dos botijuelas de aceite anuales para el alumbrado del Santísimo Sacramento».

También te puede interesar: El Concejo de Tovar también renovó su directiva

María Josefa del Buen Consejo, Sor María Rosa de San José, murió a sus 70 años, en 1831, en la finca familiar de Paya en Turmero, única hacienda venezolana que tiene 400 años en manos de la misma familia «Los Tovar». «En la Casa de la Hacienda Paya, al final del corredor izquierdo, donde aparece una ventana, existe una habitación llamada «El Cuarto de la Monja», por ser el que ocupó durante el resto de su vida, la religiosa».

Finalmente, Germán Fleitas puntualizó: «Con el paso del tiempo, el nombre se redujo a pueblo del Buen Consejo, luego a pueblo de El Consejo y hoy en día, a simplemente: El Consejo. Pero a pesar de parecer un nombre en masculino, es el nombre de una mujer: Nuestra Señora del Buen Consejo, la Santa Madre de Dios y se lo puso otra mujer».

DANIEL MELLADO | elsiglo

YG