Partiendo de la premisa del entomólogo aragüeño José “Pepe” Clavijo, “la biodiversidad no se trata solamente de cosas bonitas, sino de cosas esenciales”, se puede decir que todos los elementos que componen y que hacen que funcione de manera natural y orgánica este planeta, son igualmente importantes y esto va desde el rey León en la selva, hasta la más temida cucaracha.

Estudios afirman que los insectos comprenden el grupo de animales más diverso de la Tierra, de los que se conocen aproximadamente un millón de especies diferentes y aún queda un sinnúmero de ellos que aún siguen sin descubrirse y por lo tanto constituyen más de los dos tercios de todos los seres vivos conocidos.
Para esto existe la entomología, para el estudio científico de los insectos de interés para el ser humano, ya sea por los productos que proporcionan, como por el impacto que ocasionen en los bienes del hombre.
Sobre estas bases nace en 1948 el Museo del Instituto de Zoología Agrícola Francisco Fernández Yépez en el valle de Caracas, específicamente en la Facultad de Agronomía de la UCV, pero que años más tarde se mudaría hasta el estado Aragua y que en la actualidad posee la colección mas grande de insectos de Venezuela con más de 3,5 millones de ejemplares, lo que la posiciona como la más importante de Latinoamérica y en algunas categorías, de las más importantes del mundo.
El MIZA no solamente posee material recolectado por científicos aragüeños, sino muestras de todo el mundo obtenidas por intercambio, entre ellas, una libélula proveniente de Japón del año 1930, antes de la Segunda Guerra Mundial y así como esta, muchas otras especies.
IRREPARABLE
Con mucha dedicación los investigadores que trabajan en tan emblemático lugar, procuran preservar todo este material de alto valor científico, a pesar de contar con un sueldo justo y de llevar muchos años sin presupuesto de mantenimiento, ya que los mueve su pasión por la ciencia y la naturaleza.

José Clavijo, director del Museo, aseguró que estas colecciones no se pueden perder porque “son irreparables” y para conservarla depende de los pequeños aportes de algunas empresas y conocidos de los investigadores.
“Siempre pedimos ayudas, estamos sin presupuesto para el mantenimiento desde hace 12 años; sólo nos pagan nuestro salario que tampoco es muy atractivo y por eso dependemos de lo que las personas nos puedan aportar”, explicó Clavijo.
Para conocer estas colecciones, el MIZA ofrece visitas guiadas para escuelas, liceos, universidades e instituciones, las cuales se manejan con previa cita y toda la información al respecto, los posibles visitantes la pueden obtener a través de sus redes sociales.
“Es increíble la cantidad de personas que vienen para acá y por eso es tan necesario que las autoridades regionales nos vean a nosotros como un centro importante para la ciudad, que siempre estamos a bien recibir cualquier tipo de ayuda del gobierno, porque somos parte de la sociedad que contribuye al desarrollo”, acotó el director.
LOS INSECTOS SON NECESARIOS
Los insectos tienen múltiples funciones, son polinizadores, controladores biológicos, descomponedores de materia orgánica y aunque algunos lamentablemente son vectores de enfermedades para el hombre y el animal, la inmensa mayoría son totalmente inocuos.
“Algunos son plagas agrícolas muy importantes, pero tenemos que conocer la biodiversidad y manejarla de manera en la que podamos tener resultados beneficiosos para la sociedad en la cual nosotros estamos involucrados”, acotó el entomólogo.
Otro de los atributos que acompañan a estas especies, son las proteínas que proporcional, situación que ha llevado a muchos especialistas a afirmar que son “la comida del futuro”, de hecho, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura desde hace algunos años viene impulsando el consumo de insectos, ya que estos dejan menos huella ecológica que la producción de proteínas de la vaca, el cerdo o la gallina.
“Incluso, la comunidad europea acaba de aprobar el consumo de harina de ciertos escarabajos y grillos como suplementos dietéticos de muchos alimentos y vamos en ese camino, pero son cosas que la gente desconoce”, continuó Pepe Clavijo.
DESAPARICIÓN DE LAS ESPECIES
Asimismo, el investigador comentó que hay una gran cantidad de insectos que el humano ni siquiera puede ver porque son microscópicos, esto también los hace invisibles a todo aquel que pudiera abogar por ellos, porque “la gente inmediatamente los relaciona con la parte negativa, pero son muy pocas especies las que están involucradas en problemas de salud pública y de plagas agrícolas y por el contrario hay muchos de estos que controlan plagas y enfermedades muy importares”.

Es importante mencionar que por el avance de la frontera agrícola-urbana, la introducción de especies invasoras y la contaminación lumínica, muchas especies están desapareciendo; en países como Puerto Rico, se estima que el 70% de algunos grupos han desaparecido.
“Es una situación grave y ocurre en gran parte por el desconocimiento. En Caracas recientemente, hubo una mala identificación de una larva que decían que podía matar a una persona, lo cual es falso, porque esa especie ni siquiera está en Venezuela y eso generó que las personas empezaran a aplicar insecticida en áreas de jardines que lo que hace es complicar la situación, porque acaban con un montón de controladores naturales y comienzan a aparecer otras plagas”, recalcó el entomólogo.
Para finalizar, Clavijo exhortó a la población a no hacer ningún control con químicos a menos que un experto lo recomiende.
CHIQUINQUIRÁ RIVERO | elsiglo