Quien conoce la ciudad de La Victoria conoce el nombre de un emprendimiento que se ha ido ganando con su delicioso sabor y buen trato a los consumidores; y este no es más que “BurgerLatin”, un sueño que nació en el año 2019.
Y es que este pequeño negocio que comenzó desde casa, creciendo a pasos agigantados hasta llegar a darle vida y un poco de sazón gourmet, con un toque urbano, a uno de los centros comerciales de la capital de la juventud que se encontraba para entonces casi extinto.
Adriana Urbina y Ángel Guerra, son sus fundadores y contaron cómo su proyecto llegó para cambiarle la vida a su familia, que han sido hasta ahora la punta de lanza para ir afianzando cada una de sus metas.
El sueño nació hace 4 años, “después de mucho pensarlo en familia y estudiarlo. Fue una alternativa que encontramos para ir paleando la situación que para el momento estábamos pasando como familia. Comenzamos desde la casa de los papás de mi esposo, con nuestros propios utensilios y con 30 dólares, pero con unas ganas inmensas de salir adelante por nuestra familia. Inicialmente, como sabíamos que había muchos comercios de comida rápida, quisimos comprar ingredientes de calidad, no importa que se nos llevara todo el dinero, pero brindarles a los clientes calidad y el plus que también ofrecimos fue el delivery, pues no teníamos local. Fuimos los pioneros en las entregas en casa, antes de la pandemia”, incluso.
Emprendedores victorianos
Urbina, enfermera de profesión y Guerra, funcionario público, explicaron que no obstante en el comienzo fueron muy bien recibido tuvieron algunos “bajones emocionales”, pues son profesionales que amaban lo que hacían. Pero ejercer no les garantizaba llevar un nivel de vida merecido ni concretar objetivos de vida.
“Los dos tuvimos que dejar de lado lo que nos gustaba y comenzar de cero con un nuevo proyecto, con nuevas metas, pero juntos. Fue un poco duro, pero no era nada con lo que no pudiésemos lidiar, sólo nos enfocamos y esa concentración nos dio frutos, pues a los pocas semanas de comenzar pasamos de 10 hamburguesas diarias a 50 y eso era reconfortante”, expresó Urbina.
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Todo este panorama alcista que se les presentó a estos emprendedores victorianos, hizo que sus metas apuntaran más alto, pues ya estaban comprando los materiales industriales para irse dando abasto, lo que representó buscar un nuevo sitio, “el anexo donde vivíamos se nos hizo pequeño”.
Efectivamente pudieron abrir su primer local, y muy pronto pasaron a uno más cómodo; “pasamos de ser un emprendimiento a una empresa, donde le damos el apoyo a 9 empleados fijos y todo al que podamos apoyar”, aseveró Guerra.
“Nos apasionamos con esto y de verdad es mucho lo que hemos recibido, apoyo, respaldo y muchísimo cariño, estamos muy agradecidos. Ya tenemos nuestra casa y todo fue con sacrificio. Seguimos creciendo, seguimos mostrando que sí se puede y es importante que las personas lo sepan que sí se puede, que tenemos que ser constantes y creernos que somos suficiente para la meta que nos planteemos, nosotros somos un ejemplo”, puntualizó Urbina.
DANIEL MELLADO | elsiglo
