Panadería Las Flores: Poniendo levadura al sueño

Lo que motivó a Mariflor Bracamonte y a su esposo Edgar Rattia a iniciar su emprendimiento no fue sólo por la situación económica del país, sino la motivación y el apoyo de sus familiares, quienes desde un principio creyeron firmemente en sus talentos culinarios, y así surge la panadería y pastelería artesanal “Las Flores”, ubicada en el sector La Romana, justo en la Av. Constitución Oeste.

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Mariflor Bracamonte y su esposo Edgar Rattia sueñan con tener una panadería grande para toda su familia. elsiglo

El pan artesanal que se elabora desde este emprendimiento ya logró posicionarse en el corazón de los vecinos y allegados, ya que ofrecen variedad de panes (canilla, francés, andino, campesino, arequipe, guayaba, de leche), a muy bajo costo.

“Mi esposo trabajó durante mucho tiempo en panadería y cuando la situación se puso difícil mis hijos me decían que teníamos que emprender con estos productos porque eran buenos, así que decidimos trabajar por nuestra cuenta y luego mi hijo me regaló la sobadora y así empezamos, ya tenemos dos años, y aunque fue difícil, nos mantenemos firmes”, relató Mariflor.

Pero no es todo, el sueño de Bracamonte va más allá, ya que asegura que se visualiza en una panadería bien establecida con muchas vitrinas para poder exhibir variedad de dulces y pan, siendo un negocio grande que integre a toda su familia.

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Panadería Las Flores, ejemplo de entrega y amor

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La pequeña panadería de esta familia es el inicio para alcanzar grandes sueños. elsiglo

Por su parte, Edgar Rattia, esposo de Mariflor, afirmó que este es un trabajo de dedicación, donde hay que levantarse todos los días en la madrugada para que a las 7:00 am ya esté el negocio abierto con unos 250 panes listos y no cerrar sus puertas sino hasta después de las 8:00 pm.

“Trabajo en panaderías desde el año 1997, empecé como ayudante de mesa, hasta que llegué a maestro panadero y posteriormente pastelero, pero la situación se puso difícil y lo que me pagaban trabajando en otro lado no era suficiente, así que decidimos empezar, primero con el horno de nuestra cocina y poco a poco hemos crecido y todo esto es como un sueño y por eso también tenemos establecido un proyecto desde nuestra Unidad de Producción Familiar (UPF) para enseñar a otros el oficio de la panadería artesanal”, añadió Rattia.

CHIQUINQUIRÁ RIVERO| elsiglo