Existen ideas que surgen por factores fuera de lo convencional y muchas de ellas están asociadas a la diversión, incluso lo que inicia como un hobby entre panas puede convertirse en un gran negocio. Y es así como inició la historia de Cocktail y Raspaoo (@cocktailyraspaoo), los pintorescos Volkswagen del 59, modificados, inspirados en los tradicionales carritos de raspados con un toque de modernidad.
Las luces, colores, sonido y efectos que tienen estos pequeños vehículos hacen que donde sea que se encuentren decenas de personas se aglomeran a su alrededor y qué mejor gancho para vender un producto que la curiosidad.
José Silva es la mente maestra detrás de todo este proyecto y relata que todo surgió en pandemia cuando en compañía de otros cuatro amigos que al igual que él se dedican a la renovación de espacios, crearon la Kombi Paleta, la primera fruit truck de Maracay.
Tradicionales carritos de raspados
“Luego de haber dominado este sistema, inventamos Cocktail y Raspaoo, con un carrito icono en todo el mundo como lo es el Volkswagen, ya que soy aficionado a este tipo de vehículo y nosotros mismos lo transformamos desde cero, trabajamos la pintura, latonería, el sonido, el diseño, todo”, explicó Silva.
También te puede interesar: Adri’s House: La casa que huele a dulces
A través de este emprendimiento, ofrecen ocho sabores de raspados y cockteles, para lo cual han tenido que hacer cursos de paletería, cocktelería, barismo, de bartender, porque nunca habían hecho nada de este tipo.
“No tenemos límites para lo que hacemos, nuestro fuerte es inventar, pero con esta creación iniciamos hace cinco años con nuestra primera Kombi y ya tenemos siete vehículos que están distribuidos en Aragua, Valencia y La Guaira, sin contar otros eventos a los que nos han invitado en otros estados”, aseveró Silva.
CHIQUINQUIRÁ RIVERO | elsiglo
