Un día cualquiera durante el año 2020, Willimar Chirinos sólo tenía 10 dólares en el bolsillo y muchas dificultades económicas, así que tuvo que tomar una difícil decisión: gastar ese dinero en lo que hiciera falta para el sustento de su hogar o comprar ingredientes para multiplicar ese dinero con lo que más sabía hacer, tortas. Es así como surge Postres Oscarymar.
«En ese entonces, el presupuesto nos alcanzó para surtirnos de todo y empezamos a preparar tortas para vender por porciones en las bandejas de triangulito y nos resultó, comenzamos con ocho porciones y después eran 24 y hoy en día las hacemos por encargo», explicó Chirinos.
Trabajo en equipo
El emprendimiento lleva por nombre «Postres Oscarymar» por ser un negocio que realiza de la mano de su esposo Oscar, ya que es un trabajo en equipo en el cual Willimar deja todo listo para que su compañero proceda a batir y vestir la torta, para que luego Chirinos proceda a realizar la decoración y de esta manera producen tortas frías, ponquecitos, tortas para eventos especiales con sus temáticas, entre otros postres.
«A mí siempre me había gustado, igual a mi esposo, aunque no teníamos mayores conocimientos, por eso hice un curso hace como 10 años y con el tiempo hice otro, pero actualmente, ya que este es nuestro negocio, decidí seguir estudiando y ya estoy por terminar el segundo nivel de repostería profesional en el centro de capacitación en Caña de Azúcar y hemos visto que esos estudios han sido de mucha ayuda para mejorar nuestro producto», acotó la repostera.
Soñando en grande
Esta pareja asegura que ha hecho todo esto con amor y allí radica el éxito de su emprendimiento, sin embargo, siguen soñando en grande, con la idea de tener una gran pastelería como el reconocido pastelero Buddy Valastro. Pero para eso debe empezar por los pequeños pasos que en la actualidad son la adquisición de una batidora con más potencia, además de otros implementos para producir en grandes cantidades.
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«Cuando uno le pone corazón a sus proyectos, se puede salir adelante, así que todas las personas que quieran emprender, deben tener la fe de que van a poder lograr sus metas, porque si hacen las cosas con amor como nosotros, todo se puede», concluyó la emprendedora.
CHIQUINQUIRÁ RIVERO | elsiglo