Durante la pandemia, la abogada penalista Karla Gutiérrez y sus padres decidieron incursionar en la venta de pasapalos, por lo que decidieron vender lumpia en la ciudad de Maracay, buscando ingresos en medio de las restricciones sanitarias de esa época.
La originalidad fue la clave, pues los aperitivos que ofrece no tienen nada que ver con lo convencional, como tequeños, mini pizza o pastelitos, sino que se centra en un platillo asiático, la lumpia, rompiendo así el esquema.
“El emprendimiento se llama ‘Lumpia Maracay’, fue tras en una reunión de vecinos que vimos como hicieron las lumpias, y allí se me ocurrió que posiblemente este sea buena idea para vender, y como estábamos en pandemia necesitábamos generar dinero de algún lado”, explicó la jurista.
Y la idea le cayó como anillo al dedo, ya que este producto innovador tuvo una alta aceptación entre sus vecinos del sector Los Samanes y otras comunidades del municipio Girardot.
“Lumpias, porque queríamos innovar con otros productos y no hacer pizza, hamburguesas, salir de lo normal, salir de lo cotidiano, entonces decidimos comenzar con esto y nos ha ido bien”, comentó.
El sazón de las lumpias se apoderan de Maracay
Las lumpias que prepara traen los típicos rellenos como vegetales, pollo, jamón y queso, dependiendo también del gusto del cliente. Pero a Gutiérrez junto a su madre se les ocurrió hacer unas lumpias tan criollas como la arepa. “Nosotros innovamos con lumpia de plátano con queso llanero y queso mozzarella, y la verdad la gente le ha gustado mucho, porque no es algo común”, relató.
Cada emprendimiento surge de una idea, pero este requiere del apoyo fundamental de seres queridos o amigos, siendo fuentes de motivación y crecimiento personal
“Mi mamá y yo nos dedicamos a la cocina, y mi papá se dedica a los delivery, entonces así nos turnamos”, comentó.
De hecho, durante esta entrevista su madre nos comentó la importancia que tiene seguir adelante con esta iniciativa, y seguirá apoyando.
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Para finalizar, Gutiérrez comentó que su meta a largo plazo es establecer un local de comida china en Maracay, donde pueda ofrecer sus lumpias y otros platillos gastronómicos asiáticos.
Se trata ahora “de tener un negocio, de seguir creciendo, de no tenerlo en la casa, sino seguir avanzando. Allí tenemos pensado vender arroz chino, incluir otros platillos relacionados a la comida china, pero eso sí, a la maracayera”.
Concluyó enviándole un mensaje a los nuevos emprendedores: “Que se atrevan a invertir en lo que les gusta, que no tengan miedo y de allí arrancan a emprender, no duden”.
LINO HIDALGO | elsiglo
fotos | BETZABETH DELGADO y JOEL ZAPATA
