Hay emprendimientos que surgen de necesidades muy particulares, como en el caso de Kitsune (@kitsune.ve), que nació como una manera de diseñar para conectar con una comunidad, creando variedad de diseños y prendas de vestir como franelas, joggers y sweaters, enfocados en todo lo relacionado con la cultura asiática y el K-pop.
Paola Luzardo, copropietaria de esta marca, aseguró que para los jóvenes es sumamente importante conectar con otras personas con gustos afines, y tras una evaluación, ella y su socio Steven Rojas, notaron que para el público que le gusta mucho el anime no existían muchas tiendas a las cuales recurrir, por lo tanto se aventuraron en este mundo del emprendimiento.
Surgió toda la idea
Luego de haber trabajado juntos de manera online, Paola y Steven se conocieron personalmente y durante una conversación en la plaza Bolívar de Maracay sobre el anime, surgió toda la idea y decidieron iniciar este proyecto juntos.
“Tuvimos una conversación muy graciosa y surgió todo esto y muy rápido, ya estábamos sobre la marcha, en cuestión de una semana ya teníamos los diseños listos, proveedores contactados y una primera inversión para iniciar con el proyecto”, relató Luzardo.
Proceso empírico
Para esta joven emprendedora, todo esto es un proceso muy empírico, donde han aprendido de sus propias experiencias y errores para aplicar ese conocimiento y seguir creciendo, madurando y evolucionando, no sólo como empresarios, sino como personas. “Tenemos poco más de un año y ya tenemos dos tiendas, salimos a la calle y vemos a muchas personas con nuestras franelas y eso para nosotros es muy valioso”, aseguró.
Luzardo explicó que sienten una conexión especial con su público y por eso permanecen muy activos en las redes sociales, creando concursos y dinámicas. “La receptividad ha sido increíble, para nosotros esto es más que un negocio, es una comunidad, así que es gratificante ese contacto que tienes con esas personas que comparten tus mismos intereses y diseñar franelas que tú mismo usarías”, puntualizó.
CHIQUINQUIRÁ RIVERO | elsiglo
