Cuando la depresión toca la vida de cualquier persona existen dos opciones, aferrarse a ese sufrimiento o buscar cualquier alternativa para salir del mismo, y aunque suele ser difícil, muchos logran encontrar esa luz al final del túnel; y para Anarbis Brea, la pérdida de su madre sólo pudo ser llevadera con “El jardincito de Ana”, una actividad que tanto ella como su progenitora tenían en común: cultivar plantas.

El Jardincito de Ana (@jardincitobyana) se inició como un hobby entre madre e hija desde que ella era muy pequeña, así que en los momentos más difíciles, fueron las plantas las que la ayudaron a drenar todos esos sentimientos de sufrimiento tras su partida física y llenarse de paz y tranquilidad.
“Desde entonces empecé a coleccionar cactus y suculentas, y fue con el tiempo que me di cuenta que le podía sacar provecho, así que desde mi casa empecé a cultivarlas y reproducirlas para venderlas y ya he participado en varias exposiciones tanto en Cagua como en Maracay”, explicó Brea.

Además de esto, la emprendedora ofrece como valor agregado macetas realizadas con materiales de reciclaje, pintadas y decoradas por ella misma, combinando su pasión por las artes plásticas con su amor por las plantas con un toque único y especial.
Cactus y suculentas
En la actualidad, los cactus y suculentas se han convertido en una “moda”, puesto que cada día crece más el público que los busca en las ferias, viveros y mercados. “A muchos les gusta regalarlos y creo que esto puede representar un vínculo con la persona que los recibe”, aseguró.
También te puede interesar: Emprendimiento por necesidad en la Venezuela de la alta inflación
Como mensaje para los futuros emprendedores, Brea insta a la población a dejarse llevar por las cosas que los apasionan y que empiecen a desarrollar los dones que Dios les otorgó.
CHIQUINQUIRÁ RIVERO | elsiglo