Inversiones El Ancla: Pescado el porvenir

Desde hace cinco años, Yarami Ramírez, creadora de Inversiones El Ancla, puso en marcha sus conocimientos ancestrales como hija de pescador, y como método para llevar el pan de cada día a su hogar, se dedicó a la pesca, comercializando los rubros del mar a pocos metros del muelle del sector La Boca, municipio Ocumare de la Costa de Oro.

Yarami Rámirez

La emprendedora se levanta desde bien temprano y se traslada hasta su pequeño local para subir la santamaría y ponerse a la orden de la población costera y turistas, procesando pescado fresco para la venta.

“Procesamos todo los pescados en diversas presentaciones, fileteados, hacemos ceviche, antipasto, de todas las maneras, para facilitar al consumidor a llevar los productos del mar a sus hogares”, expresó la pescadora.

Ramírez relató que los inicios de este emprendimiento fueron por necesidad económica, tratando de buscar un sustento para sus seres amados.

Inversiones El Ancla comenzó en una mesita

“Empezamos allá afuera con una mesita, un toldito, vendiendo sardinas solamente en aquella ocasión y poco a poco ingresamos otras especies”, explicó.

Y así se dio comienzo a lo que por años se buscaba: una independencia económica, mejorar la calidad de vida de su familia.
Nadie dice que el camino para cualquier emprendedor ha sido fácil, y en el caso de Yarami Ramírez no es la excepción, tanto así que tuvo que lidiar con momentos difíciles como la pandemia y las lluvias del año pasado, que afectaron la llegada de turistas y potenciales vendedores.

“Recién empezando nos agarró la pandemia, fue algo difícil, fueron cinco meses sin ingresos, hasta que empezamos con otros servicios, con el despacho a domicilio”, recalcó la emprendedora.

Experiencias que fortalecen

De esas vicisitudes queda un gran aprendizaje y Ramírez comentó que esas experiencias fortalecieron su emprendimiento, encaminando dicha empresa hacia la prosperidad.

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Y el despacho todavía lo mantenemos, porque eso fue lo que nos dejó la pandemia. Y por supuesto, tuvimos uno que otro tropiezo, pero así se empieza.

Para finalizar envió un mensaje a esos nuevos emprendedores que inician este mundo de independencia y prosperidad.
“Sí se puede, todo tiene que comenzar de abajo, poco a poco. Pero sí se puede. Es algo tedioso lo del pescado, el ciclo del frío, pero con amor todo se puede”, sentenció.

LINO HIDALGO | elsiglo

fotos | BETZABETH DELGADO y JOEL ZAPATA