Tras permanecer por espacio de 8 días desaparecido en circunstancias muy extrañas, funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), adscritos a la Coordinación de Homicidios, lograron descifrar el misterio sobre ese hecho, al dar con el paradero de la víctima, la identificación y posterior aprehensión de los implicados en el suceso.
Los sabuesos del Cicpc recibieron una denuncia de los familiares del supuesto desaparecido el 8 de marzo, identificado como Eduard Antonio Escobar Colmenares, de 25 años de edad.
Los parientes alegaron que desconocían el paradero de su ser querido, pues ya llevaban días sin saber de su persona. Tras tomar la denuncia, los investigadores se abocaron a las averiguaciones de rigor.
Por intermedio de una exhaustiva investigación de campo y aplicación de técnicas-científicas especiales, se determinó que Escobar Colmenares días antes había sostenido una última comunicación con el señor Richard José Granadillo Zangronis, de 29 años.
LOS HECHOS
Al contar con esa premisa, los funcionarios citaron al sujeto y lo sometieron a intensos interrogatorios hasta declararse convicto y confeso de los hechos, incluso relató los pormenores del suceso, manifestando que había citado a la persona a un galpón ubicado en la parroquia Pío Tamayo del municipio Andrés Eloy Blanco, en la población de Sanare del estado Lara, a fin de pagarle una deuda de mil dólares.
Dijo que Eduard Escobar, gentilmente le había prestado el dinero para que su persona solventara unas deudas pendientes y transcurrido algún tiempo, comenzó a cobrarle las divisas. Sin embargo, se le hizo difícil de conseguir la plata.
Para quitarse ese “dolor de cabeza”, Granadillo Zangronis planificó eliminarlo y en consecuencia lo citó bajo engaño a esa dirección. Estando en el sitio, se originó entre ellos una fuerte discusión al manifestarle que no tenía los dólares.
Seguidamente el victimario, en un descuido, tomó un objeto contundente tipo tubo y golpeó en la cabeza al prestamista. Luego con una cuerda procedió a estrangularlo; una vez cometido el homicidio, montó el cadáver en un Jeep CJ5, placa UAO269, de su propiedad y lo trasladó hasta la vía Sainó, una zona boscosa del Caserío Alto de Torres, donde lo sepultó.
Horas después, el sospechoso contactó a su tío, identificado como Tarquino Antonio Granadillo Pérez (45) y le confesó lo ocurrido. En su desesperación, el familiar le ayudó a ocultar una motocicleta Keeway, Horse KW-150, placas AB2C051, propiedad de la víctima, la cual utilizó para movilizarse hasta el galpón.
INVESTIGACIONES
Tras la declaración de culpas, se conformó una comisión especial entre Cicpc y el Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), junto con el indiciado, se trasladaron al lugar donde había enterrado al hombre, a fin de extraer el cuerpo de la víctima y realizar la respectiva autopsia.
Se inició una excavación, localizándose minutos más tarde los restos de Eduard Antonio Escobar Colmenares y a través de los estudios de antropología, odontograma forense y la autopsia de ley, se confirmó que se trataba de la persona desaparecida. Los restos del hombre se desenterraron el 16 de marzo.
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Ahora los implicados serán presentados ante un tribunal del Circuito Judicial del estado Lara y serán acusados de varios delitos, según la información divulgada en la red social por el comisario general Douglas Rico, director nacional del Cicpc.
LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo
