Jesús “Chivita” Lezama cumple hoy 104 años

Con una lucidez increíble Jesús “Chivita” Lezama, se refiere al béisbol como la disciplina deportiva más apasionante del mundo.

Nunca jugó a la pelota y cuando decidió hacerlo, ayudando a Antonio “Loco” Torres en una práctica de bateo, recibió un pelotazo en la boca que lo encolerizó de inmediato, por lo que su reacción fue lanzar el guante al piso y se marchó del lugar; al otro día regresó al estadio y se quedó en las gradas, espacio (y espacios) donde se ha ganado la admiración y el respeto por más de setenta años.

Fue trabajador del Instituto Nacional de Obras Sanitarias (INOS); su responsabilidad fue de “Cobrador”. De ese ente del Estado salió jubilado; muy poco falló a sus labores, como tampoco lo hizo en las campañas del béisbol profesional aupando a su equipo de sus amores, Leones del Caracas.

Jesús Alejandro Lezama, “Chivita”, es uno de esos personajes que está dentro de los libros de historia de la pelota profesional venezolana. Sin duda alguna se ha convertido en un icono, figura que oficialmente se ligó con el equipo melenudo en 1945, y que hoy en día continúa vinculado, tal vez no con sus arengas, sus cornetas y collares, pero su pasión por la divisa está intacta; Dios guarde aquel que ose dirigirse a Leones con improperios y ofensas, porque el Dios warao les castigará, ya que realmente, está tan claro, que tiene carisma para discutir sin agraviar.

Jesús “Chivita” Lezama

Lezama nació el 9 de febrero de 1919, en Tucupita, estado Delta Amacuro, al este de Venezuela (región Guayana). Ha afirmado, que su madre, una mujer que se enfrentó al régimen de Juan Vicente Gómez, salió exiliada del país cuando el niño tenía 7 años, por lo que tuvo que irse a Trinidad y Tobago llevándose a su hijo.

Jesús Alejandro, de 17 años aproximadamente, nuevamente es traído a Venezuela, pero ante la situación política lo ingresaron entre guacales. “Chivita” se ganó un lugar en el equipo; su presencia en el estadio de San Agustín, donde jugaba Cervecería de Caracas, era casi que a diario, tanto así que el dueño del equipo, “El Negro” Oscar Prieto, lo metió al equipo como logística y por ello le cancelaba viáticos.

Fue así, como a mediados de los 40 se convirtió en animador de la divisa, ya era conocido por su corneta, chaqueta y collares, por tanto asumía otro rol, por lo que comenzó a sobresalir más.

Hubo poco contratiempo con él y con el paso del tiempo asumía nuevas tareas; al final, solicitó ser ese personaje carismático dentro del equipo, siendo incluso, una figura dentro del clubhouse. Conversaba con los jugadores, con los grandes jugadores, y orientaba a los más chamos. Incluso era consultado hasta por los propios managers y coaches.

Pero consiguió ser referencia dentro del club, por lo que en cada inicio del juego, se le veía salir del dugout, usando en su mano el gran dedo de goma-espuma con una banderita de Venezuela, como él diría, “es para darle más caché”. Muchos fueron testigos como él levantaba su mano, apuntando alto hacia arriba, mientras eran entonadas las gloriosas notas del Himno Nacional; por supuesto, su corneta estaba a la vista de todos.

104 años

Lezama arriba hoy a 104 campañas, insistimos, lucido y con una claridad en su verbo, que deja impresionado a más de uno. Inmediatamente alguien se refiere a él como el fanático número 1 del Caracas, “Chivita” riposta “Uno somos todos, en Leones no hay dos, tres o cuatro, uno somos todos”.

Este personaje, que ha sido testigo de los 21 campeonatos de los melenudos en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, también ha presenciado los cetros de los capitalinos conseguidos en Serie del Caribe; el primero en Hermosillo (México) en 1982 y el otro, en el 2006, en el certamen organizado en el país, en Maracay y Valencia.

Ha asistido a los juegos de la representación venezolana en la Serie del Caribe “Gran Caracas 2023”, el equipo de sus amores Leones. Se le ha visto muy cerca del terreno, aunque no adentro, porque su condición en una de sus piernas luego de una intervención quirúrgica lo obliga a estar sentado. Pero, pese a ello, no le impide ofrecer sus arengas cerca del campo, detrás de la goma.

“Me encuentro feliz, porque se me dio lo que yo quería, ganar el trofeo 21, porque teníamos diez años sin ser campeones, ligamos el 21 que era mi anhelo antes de morirme”, comentó “Chivita” al diario elsiglo.

Fanático más longevo de Leones del Caracas

Sobre su equipo, se refirió como un equipo fantástico, que está dando lo mejor de lo mejor en este certamen. “Tiene mucho talento joven, mucho futuro, esos muchachos le ponen todo y estoy seguro serán grandes ligas”, puntualizó.

De las posibilidades del Caracas para ganar esta Serie del Caribe, Lezama exclamó, “estoy casi seguro que si, hoy (ayer) clasificamos a la semifinal que se juega este jueves, por cierto, es el día de mi cumpleaños, 104 años. Vendrá luego la final, la cual ganaremos”.

Lezama tiene unas cualidades dignas de admiración y suma más reconocimiento cuando ofrece sus consejos, en especial, dirigido a los jóvenes. “Hay que trabajar, estudiar, debemos estar en la paz, la vida tiene que ser como el béisbol, un deporte que une, que es amor, no es odio, es unión y amor”, argumentó.

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“Chivita” tiene 14 hijos, trece son “caraquistas” y uno es “magallanero”. “Eso pasa porque en la casa todos creemos en la democracia”, dijo el veterano hombre.

De su descendencia, tiene 42 nietos, 25 bisnietos y 8 tataranietos, pero seguramente hoy no celebrará con todos ellos, ya que su cumpleaños feliz lo compartirá con más 30 mil espectadores que estarán dentro del Monumental “Simón Bolívar” al sur Caracas, presenciando el juego de la semifinal.

Dios te bendiga viejo, sin duda alguna el aficionado que ha alcanzado la popularidad más grande y larga con un equipo de la LVBP.

HBRI. | elsiglo