Han pasado nueve décadas desde aquella tarde de 1933, cuando los toreros Manuelito Bienvenida, Pepe Gallardo y Pepe Amoroso, junto al rejoneador Antonio Cañero con toros de Miura y de La Providencia, dieron puerta franca para la historia a la Maestranza César Girón, icono arquitectónico y patrimonio cultural de la ciudad de Maracay.
Hoy repican las campanas del viento llevando su historial grande, porque esta plaza de toros fue el epicentro de grandes eventos taurinos, así como el escenario perfecto para espectáculos musicales, circenses y demás representaciones artísticas con una capacidad para 6.600 personas.
La época de oro de la Maestranza pareciera que quedó sepultada en la historia, pero hoy, luego de haber pasado más de una década de inactividad, con las cicatrices del deterioro y del abandono, resplandece la esperanza en el corazón de los aragüeños, quienes, tras diversos anuncios de las autoridades regionales, esperan con ansias la anhelada restauración que podría subirle la moral al pueblo maracayero, quienes esperan ver el renacer del corazón histórico de su ciudad.
ESPERANZA
Según fuentes extraoficiales, la obra de restauración que se inició hace un año, se ha visto interrumpida por distintos eventos, siendo los más recientes, las tragedias en Las Tejerías y El Castaño, que necesitó de toda la mano de obra que allí laboraba, sin embargo, permanecen constantes para lograr el objetivo.
Asimismo, se ha dado a conocer que el proyecto actual consiste en regresar la edificación a su diseño original, para lo cual se han realizado algunas demoliciones retirando las gradas que estaban en los palcos, las cuales tapaban sus ventanas y parte del proyecto consiste en que las mezquitas norte y sur vuelvan a funcionar, ya que habían sido condenadas desde el año 1956, con la finalidad de ampliar el aforo.
Los trabajos se iniciaron de adentro hacia fuera, por lo cual ya han cumplido con las etapas de fumigación, demolición, restauración de arcadas, montaje de cubierta de techo, colocación de cubierta nueva de madera e impermeabilización, además de los trabajos de limpieza, pero un dato interesante es que en cualquier momento volverá a su color original que es el amarillo ocre o mejor conocido como oro viejo.
SUENAN LOS CLARINES Y TIMBALES
Quién mejor que Antonio Arteaga para hablar de la historia de este imponente patrimonio, teniendo ya 50 años ejerciendo como cronista taurino, tras la muerte de su padre, quien fuera su predecesor en este cargo y siendo en la actualidad el presidente de la Asociación de Cronistas Taurinos de Venezuela (Acotave), además de su amplia experiencia en el arte taurino.
Fue Arteaga, quien toreó la corrida con Joselito Álvarez y Vitico Sandoval aquel 21 de octubre de 1971, luego del fatídico accidente donde murió el gran torero César Girón; siendo esta la última novillada para el actual cronista.
«Hablar de la Maestranza César Girón es traspasar fronteras e ir más allá del atlántico, porque aquí se han paseado todas las banderas de la urbe taurina: franceses, españoles, portugueses, mexicanos, ecuatorianos; y el ser maracayero, sentirse torero y sentir amor por la fiesta de los toros es una pasión que llevamos enarbolando desde hace 90 años», expresó el cronista.
Arteaga se declaró en contra de cualquier promoción de futuras leyes que prohíban las prácticas taurinas. «Esta afición tiene un colectivo de miles de personas que generan votos para que los políticos puedan medirse con mucha precisión y a lo mejor tengan que revocar lo que ellos hicieron con un solo plumazo, tenemos el ejemplo de Cataluña que fue donde se inició todo este movimiento antitaurino y ahora se han dado toros a plaza llena», comentó.
EL SUEÑO DEL TORERO
Del mismo modo, el cronista explicó que a pesar de que los trabajos de restauración que se le están haciendo a la plaza de toros se han visto ralentizados por distintos factores, da fe del interés del alcalde Rafael Morales, para culminar esta obra que le devolverá esa estructura armónica con la cual fue inaugurada en 1933 por el entonces presidente Juan Vicente Gómez.
Sus expectativas son grandes, ya que Arteaga cree que faltará espacio para recibir a toda la afición que se reunirá para una tarde de toros como aquel 20 de enero de su inauguración, considerando que anteriormente, los periodistas taurinos la llamaban «el cofre del toreo» porque se quedaba pequeña para la multitud que acogía.
Asimismo, hizo mención a esa primera piedra colocada por el diario elsiglo para el impulso de la formación de futuros toreros, ya que en el año 1973, el para entonces naciente medio de comunicación, organizó un festival pro fondo para la instauración de la escuela taurina Don Pedro Pineda González, que contó con la participación de Oscar Martínez, Joselito López, Carlos Rodríguez «El Mito» y Adolfo Rojas, con toros de Tarapío.
Asimismo, este historiador de la tauromaquia en Venezuela, resaltó que aunque la formación de toreros ha estado en un receso obligatorio por las complicaciones de la pandemia de la Covid-19, todavía existen toreros como José Nelo Alminiciana, José «El Amarillo» Cariel y la nueva camada de toreros andinos con Fabio Castañeda, Marcos Peña del Pino y Jesús Enrique Colombo.
LAS PAREDES HABLAN
La historia de Elpidio Antonio Fuentes, con 60 años trabajando como conserje en este recinto, es verdaderamente conmovedora, pues su amor por esta plaza a la que considera «su amante» lo llevó a permanecer allí a pesar de haberse jubilado en el año 1993.
El sueño incumplido de ser torero creó lazos tan fuertes que incluso, luego de pedir el milagro y hacer una promesa a la Virgen de La Macarena, patrona de los toreros, se casó con la mujer de sus sueños, Miriam Dávila, la hermana de Betty Díaz, esposa del tío Simón, y justamente contrajeron nupcias en la capilla de esta sede taurina, hasta ahora, la única boda que se ha realizado en ese lugar.
El carismático Fuentes, conoce detalles de muchos acontecimientos que tuvieron lugar en la imponente Maestranza, por lo tanto asegura que su alegría es infinita porque la plaza retomará su diseño original, ya que conoce de primera mano el disgusto de Carlos Raúl Villanueva al ver las modificaciones que le habían realizado.
«Yo a esta plaza la conocí de niño y he visto como le han hecho varias remodelaciones y por eso, en una oportunidad aquí le íbamos a hacer un homenaje a Carlos Raúl Villanueva, pero cuando abrimos la puerta grande y vio todo aquello dijo: ‘Este homenaje que no me lo den a mí, sino a quien diseñó la plaza, porque esto no fue lo que yo hice», relató el conserje.
En cuanto a las opiniones sobre si esta estructura es o no una réplica de la Maestranza de Sevilla, asegura que aunque tiene algunas similitudes, porque para la construcción de una plaza de toros hay que respetar ciertos lineamientos, no hay relación entre una y la otra, «además, esta es más bella que la de Sevilla».
LA BATALLA ENTRE EL HOMBRE Y LA BESTIA
Este guardián de la Maestranza, recuerda que en estos espacios no sólo se hacían corridas de toro, pues allí también se presentaron el Circo Tiane, Circo Moscú, Nadia Comaneci, Alfredo Sadel, Rocío Durcal, Rocío Jurado, Daniel Santos, Bienvenido Brandan, hubo patinaje sobre hielo, se transmitió en diversas oportunidades Sábado Sensacional, hubo además un concierto del Grupo Menudo con 10.000 personas, casi duplicando la capacidad del lugar.
«Aquí tuve la dicha de prepararle el novillo a Mario Moreno Cantinflas y está bien si se utiliza para espectáculos musicales, pero siempre y cuando respeten nuestra arquitectura, para mantener su belleza, porque hubo un concierto hace años que fue un desastre, corrió mucha porquería por aquí y eso no es lo que se quiere», comentó el anciano.
RECUERDOS DE LA MAESTRANZA
El noble trabajador convirtió la conserjería en un museo con cientos de fotos, afiches y obsequios que considera muy valiosos y hace hincapié en que seguirá trabajando en este lugar «hasta que Dios quiera», ya que este ha sido su segundo hogar desde que tenía 19 años.
«Puede que muden mi oficina para otro lado y a mí no me importa, siempre que esté en mi plaza de toros, que me pongan donde me pongan, así sea en el techo o en los corrales», exclamó.
En un recorrido por la capilla de la Virgen de La Macarena, Fuentes confirmó que es la única área que ha permanecido intacta a pesar de todo el deterioro de la Maestranza, siendo este un lugar de mucha espiritualidad, pues la Virgen siempre ha sido la protectora de todos los toreros, por lo tanto le pide constantemente volver a ver a su «amante» resplandecer y concluyó su relato con una frase inscrita en árabe en algunas cerámicas que adornan la plaza que dice lo siguiente: En la lucha entre la bestia y el hombre, al final quien gana es Allah.
CHIQUINQUIRÁ RIVERO | elsiglo