Movimiento del dólar obliga a vendedores rematar su mercancía al final de la faena

Los vendedores ambulantes o comerciantes informales que se ubican en el casco central de Palo Negro, municipio Libertador del estado Aragua, prácticamente, diariamente, tienen que enfrentar al monstruo inflacionario y lo hacen sin cuartel, porque en cada jornada de trabajo tratan de vender lo que más puedan, recurriendo incluso, a la extrema estrategia de ejecutar el remate de última momento; primero, porque deben sumar para llevar algo que comer a casa, y segundo, tienen que acumular los recursos necesarios en virtud de comprar la mercancía que les permita al día siguiente estar en competencia.

Vendedores de Palo Negro se tienen que rebuscar en las ventas por culpa del cmabiante precio del Dólar- https://elsiglo.com.ve/
Los vendedores ambulantes se las ven duras con la situación del cambio de tasa


El tema del dólar es el más frecuente entre dichos comerciantes cuando apenas comienza la faena. Entre ellos se argumentan: “Ese se volvió loco y ahora nos quiere enloquecer a todos”; “Ayer el bicho ese cerró en alza, es decir, hoy viene con todo”. “Si no nos mata el hampa, lo hará el dólar, porque cada día la vaina se pone peor”. “Lo que en la mañana compro con esfuerzo, en la tarde la tasa de cambio arruina mi inversión con su incremento”.

VENDEDORES AMBULANTES


Hay otro elemento explícito que limita las posibilidades de los vendedores ambulantes, el poder adquisitivo del ciudadano común. A eso se refiere Jonathan Navas, conocido por su puesto de conservas en las cercanías de la plaza Bolívar de la capital del municipio.


“Tengo tiempo trabajando con la dulcería y son muchas las variantes que hemos tenido que sortear gracias a la inestabilidad económica por la que prácticamente estamos atravesando todos los venezolanos”, indicó.


Esta situación del dólar realmente nos ha afectado en colectivo, dijo. “En la mañana compramos a un precio establecido, pero ya en la tarde tiene otro, por lo que verdaderamente uno tiene poca oportunidad para llevar algo a la casa”, detalló.


Ante esas circunstancias, Navas apuntó que ya en la “tardecita tiene que rematar la mercancía, al principio era algunas veces, pero ya en las últimas semanas, creo que ofertamos diariamente para poder vender”.

VENDEDORES REALIZAN SUS OFERTAS


El muchacho puso como ejemplo que las conservas pequeñas las ofrece 4 por diez bolívares, “pero cuando la cosa está dura las vendo por la tarde 20 por diez bolívares. Las grandes las vendo dos por un dólar, pero ya a las cuatro las ofrezco cinco por 40 bolívares”.


Arken Calderón, es otro vendedor ambulante, que como afirmó, es otro venezolano que lucha día a día para llevar el sustento a la casa.
“Aquí estamos, adaptándonos a la situación país, que no es un secreto y nos ha arropado poco a poco, pero hemos sabido solventar por las cosas que hemos podido aprender”, recalcó el joven, que ofrece galletas y polvorosas.


Especificó que el tema del dólar es un dolor de cabeza, considerando que hay dos tipos, el que ofrece el BCV y el paralelo; “y eso es lo que viene pasando, debido a eso, es lo que nos devalúa día a día, con respecto a nuestras ventas”.

TODO POR 1 $


Describió que vende la cantidad de cinco galletas por un “verde oficial”, pero cuando la cosa está dura y la labor está llegando a su final, ofrece 6 unidades por $1.


Caso parecido es el de Luis Arana, que vende churros en el centro de Palo Negro. “Para nadie es un secreto lo que está pasando con ese dólar, que nos está perjudicando, por lo que hacemos prácticamente sacrificios y milagros, ya que los precios aumentan todos los días, por lo que lastimosamente uno tiene que agregarle algo más para tratar de mantener el capital y no irnos a la quiebra”, mencionó.


Acotó que el comerciante hoy en día sobrevive y recalcó que la inflación los arropa sin contemplación alguna.


Vende churros por paqueticos; “ofrezco 12 piezas por doce bolívares, es decir, un bolívar por unidad, pero también de acuerdo a la posibilidad del cliente vendo por porciones, es decir, si ellos se quieren llevar una bolsita con seis churros lo negociamos de inmediato. Tengo que vender, porque trabajo con mercancía que prácticamente sube a diario, además tengo que llevar el sustento a mi hogar”, recalcó para finalizar.

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