Los tradicionales puestos de ventas de sopa, sancocho y hervido de Maracay lucieron medianamente concurridos durante este 1° de enero, en una jornada en la cual muchos prefieren acudir a estos locales informales en busca del plato caliente, listo para comer, en lugar de prepararlo en sus respectivas casas, ya sea por tiempo o pocas habilidades culinarias.
Y es que año tras año, durante las primeras horas de enero, los usuarios buscan salir de la rutina y el estrés que dejan las fiestas decembrinas y acuden en busca de un delicioso sancocho, para así olvidarse de la cocina por al menos por un día.
Aunque los negocios ofrecen variedad en hervidos, los preferidos por las familias aragüeñas siguen siendo los preparados de costilla de res y el famoso mondongo que, según la creencia popular y culinaria, es capaz de levantar a un muerto.
Al respecto, América Marín, quien labora en un reconocido puesto sopero de la avenida Universidad desde hace más de 18 años, mencionó que desde muy temprano las ventas estuvieron activas, abriendo con buen pie el 2023.
“Estamos laborando desde las 6:00 de la mañana y no hemos parado, la gente sigue viniendo. Tomarse un plato de sopa durante el primer día del año es algo que muchas personas acostumbran, hay quienes no les gusta prepararla pero aman comerla y son esas personas quienes acuden a nosotros”, expresó.
Asimismo, Marín destacó que hoy día un plato de sopa resuelto, ya sea de res, mondongo o un “cruzado”, tiene un costo de 6 dólares, para comer en el lugar. En el caso de querer llevarla, tendría que pagar 7 dólares, pues incluye el embase.
“Tenemos años vendiendo sopa cada primero de enero, nuestro puesto es muy reconocido en la avenida Universidad, la gente conoce nuestro sabor, por ello, se acerca hasta nuestro negocio y se deleitan de un rico platillo, preparado con ingredientes de calidad”, afirmó.
“SALE MEJOR COMPRARLA”
Todo el cansancio, tanto físico como mental de las fiestas de Fin de Año, hace que muchos usuarios opten por comprar su plato de sopa en lugar de prepararlo en su casa, pues se ahorran largas horas de preparación en la cocina y dinero.
Amanda Gutiérrez comentó que tras las fiestas de año nuevo quedó muy agotada, por lo que no le dio tiempo de organizarse para la preparación del tradicional sancocho, y decidió comprarlo hecho, para así no dejar pasar la tradición por debajo de la mesa.
“Yo acostumbro a hacer la sopa en mi casa, pero este año de verdad que no me rindió el tiempo. Es buena opción comprarla hecha, decidir venir a tomarme mi sopita de res bien caliente para activarme y seguir celebrando el año nuevo”, indicó.
Por su parte, Adrián Romero precisó que cada primero de enero es tradición familiar consumir la acostumbrada sopa, por lo que acude desde hace más de 10 años al mismo local de manera tradicional.
“Ya es una costumbre venir a este sitio todos los primero de enero, es una buena opción para salir de la rutina en casa, luego de esto a dormir y descansar, hasta el lunes que retomamos nuestra vida habitual “, finalizó.
