Muertos conductor y colector en vuelco de camioneta Encava

Dos ciudadanos perecieron en un aparatoso accidente automovilístico ocurrido en la carretera nacional del municipio Urdaneta, a la altura del sector La Sureña al sur del estado Aragua, según la información que se maneja a través de los familiares de las víctimas.

Eduin Joel Noriega Noguera, hermano Elvis Blanco, ofreció declaraciones del suceso.

Eduin Joel Noriega Noguera, hermano de uno de los fallecidos, manifestó este lunes en las afueras de la Morgue de Caña de Azúcar que el accidente vial se registró este domingo 25 de diciembre a eso de las 6:25 minutos de la tarde.

“Mi hermano, identificado como Elvis José Blanco Noguera, de 26 años de edad, trabajaba como colector para la línea de transporte Altagracia de Orituco Caracas, en donde tenía un estimado de 10 años laborando ahí”, dijo.

“El conductor de la unidad, identificado como Kelvin Elías Guzmán Ramos, de 38 años de edad, y mi hermano venían de Altagracia, en donde dejaron a las pasajeros provenientes de Caracas, y regresaban a la ciudad capital”, agregó.

Cuando transitaban por la carretera nacional, en Urdaneta, Guzmán Ramos fue sorprendido por un bache formado en plena vía pública e hizo perder el control del volante del transporte público- agregó el pariente.    

“Seguidamente la camioneta volcó aparatosamente y en circunstancias muy lamentables, ambos ciudadanos fallecieron de manera inmediata”, reveló.

Añadió que “esa es la información que nosotros manejamos y no sabemos que dicen los funcionarios de la Dirección de Tránsito Terrestre”.

Comentó que Elvis José Blanco Noguera residía con su pareja, con quien procreó un hijo, en el sector Brisas de Charallave, en los valles del Tuy del estado Miranda, “y en otra relación mi hermano dejó dos hijos más”.

Expresó que los familiares no entienden cómo sucedieron los hechos en las circunstancias narradas por los testigos, y solo hay que vivirlo para sentir un dolor irreparable. “Mi hermano y el conductor, conocían muy bien la carretera”, agregó.

LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo