Entre aplausos y ulules de alegría, decenas de miles de marroquíes dieron la bienvenida como héroes en las calles de Rabat a los miembros de su selección nacional tras alcanzar la cuarta posición en el Mundial de Fútbol de Catar 2022, una meta que ningún país africano o árabe había logrado en la historia del campeonato.

En un autobús descapotable, los “leones del Atlas” acompañados del seleccionador, Walid Regragui, vestidos todos con trajes azules, ondeaban banderas mientras saludaban a las multitudes a lo largo del camino entre el aeropuerto de Rabat-Salé hasta el Palacio Real del Mechouar de la capital marroquí, un recorrido de cerca de 9 kilómetros.
A medida que los jugadores que han dado la sorpresa este Mundial pasaban por la avenida Mohamed V (la principal de Rabat, donde está la sede del Parlamento, Correos y el Banco Central), aumentaban las ovaciones de los asistentes, que inmortalizaban con sus móviles el desfile del autobús, escoltado con motos y furgonetas de la Gendarmería, Policía y Fuerzas Auxiliares.
“Estamos muy orgullosos de nuestros leones. Estoy muy contenta. Gracias a Alá por este resultado. Esperemos ganar la próxima Copa del Mundo, ¿por qué no?”, explicó a EFE Manal, una joven aficionada que, envuelta en la bandera nacional, había acudido a Rabat desde la vecina Salé cinco horas antes de la llegada de la selección para coger sitio entre las primeras filas.
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Para los marroquíes, lo conseguido en Catar mete a Marruecos en la historia y había que estar para disfrutarlo. “Lo que ha hecho Walid Regragui (el seleccionador) es algo excepcional, algo que no vamos a vivir en cuatro años. Mejor estar aquí en Rabat para celebrarlo”, cuenta.