Faláfel casero con salsa de yogur muy popular en todo Oriente medio

Cómo preparar un faláfel. Quizás una de las recetas con legumbres más característicos de la gastronomía árabe y es muy popular en todo Oriente medio. Su elaboración puede ser diferente en cada país, región, ciudad e incluso casa según el toque personal del cocinero.

Faláfel casero con salsa de yogur muy popular en todo Oriente medio su elaboración puede ser diferente en cada país, región y ciudad
FOTO CORTESIA

Faláfel casero popular en Oriente medio

Debido a la gran cantidad de restaurantes de cocina árabe y a la facilidad que nos dan Internet y las redes sociales para acceder a platos del resto del mundo.

Hay diferentes versiones sobre cual puede ser su origen, pero la más aceptada lo sitúa en la India donde se cocinaba junto con un pan y una mezcla de especias. Su nombre proviene del árabe “filfil”, que significa pimiento y del sánscrito “pippali”.

Ingredientes

300 g. de garbanzos
1 cebolla
2 dientes de ajo (cantidad al gusto)
2 cucharadas de perejil fresco y 1 cucharada de cilantro fresco
1 cucharada tipo café de comino molido
1 cucharada tipo café de levadura química (5 gramos)

Aceite de oliva suave (para freír)
Sal y pimienta negra recién molida (al gusto)
Salsa de yogur: 1 yogur natural cremoso (tipo griego)
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1 diente de ajo muy picado
El zumo de medio limón
Menta fresca picada, sal y pimienta negra

Preparación

Partiremos de unos buenos garbanzos secos, que pondremos en remojo al menos 24 horas, aunque si tienes tiempo puedes comenzar unas 48 horas antes y cambias el agua cuando resten 24 horas. Si el agua está templada ayudaremos a que se hidraten mejor

Una vez hidratados escurrimos los garbanzos y los dejamos sobre un papel absorbente durante unos minutos para que suelten el agua que pueda quedarles. Los metemos en un utensilio picador de batidora o robot de cocina y trituramos bien, hasta conseguir una textura similar a la de la arena

Queremos que nos queden bien picados pero sin llegar a convertirse en harina de garbanzo. Incluso puede quedar algún que otro tropezón pequeño. Una vez picados, los reservamos en un bol y seguimos preparando el resto de ingredientes.

Preparación del faláfel

Echamos en el vaso de la picadora todos estos ingredientes. La cebolla cortada en gajos pequeños, los dientes de ajo en cuartos (sin la parte central para que no nos repitan), el perejil y el cilantro en hojas, sal y pimienta al gusto, el comino en polvo y finalmente la cucharadita de levadura química.

Trituramos todo y añadimos la mezcla a la masa de garbanzos. Con la ayuda de una espátula vamos removiendo con movimientos circulares, hasta que nos quede todo bien incorporado y resulte una mezcla homogénea. Le damos forma de bola, tapamos con un paño limpio.

Dejamos que repose al menos 1 hora en un lugar fresco o en su defecto la metemos en el frigorífico en la parte de arriba, donde menos enfría. Durante este tiempo dejamos que la levadura actúe y así nos quedarán más esponjosos.

Pasado ese tiempo, prepararemos las bolas de faláfel. Para ello debemos mojarnos las manos para que no se nos pegue la masa. Hacemos bolas del tamaño aproximado de una nuez, apretándola para que suelte el agua que pueda aún quedar. Si os resultase demasiado húmeda la masa y no podéis darle bien forma. Podéis añadirle un poco de harina para darle más consistencia, si es harina de garbanzo mucho mejor.

Fritura y presentación final de los faláfel

Una vez hecha la bola, la aplastamos ligeramente para darle la forma definitiva. Repetimos esta acción hasta que se nos acabe la masa para elaborar el resto. Procuramos que no nos queden muy compactas porque si no el faláfel resultará seco y “mazacote”.

Con estas cantidades nos saldrán unos 20 – 25 faláfel. Si no los quieres comer todos, esta masa se puede congelar perfectamente para cocinarlos en otra ocasión.

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Al igual que cuando hacemos croquetas, los freiremos directamente sacados del congelador. los sacarán con éxito de un apuro si necesitas un aperitivo o una cena ligera.

En un cazo ponemos abundante aceite (que no le dé mucho sabor al falafel), de modo que al freírlos queden sumergidos. Cuando esté caliente (no demasiado, que no llegue a echar humo), los freímos “vuelta y vuelta”. Aproximadamente en 1 minuto estarán listos, en cuanto comprobemos que estén dorados. Vamos friendo 3-4 cada vez, para que no baje demasiado la temperatura del aceite.

Una vez hechos los apartamos en una fuente con papel absorbente, para que escurran bien el aceite. Terminados los falafel, preparamos nuestra salsa de yogur en un momento para acompañar.

Salsa de yogurt

En un bol, vertemos el yogur natural, y sobre él un diente de ajo muy bien picadito, el zumo de medio limón, el aceite de oliva, sal y pimienta al gusto. Para darle un toque “árabe” añadimos también unas hojas de menta fresca bien picada (si no la conseguimos nos valdría seca).

Removemos bien con la ayuda de un tenedor/cuchara y en tan sólo 1 minuto, ya tenemos lista la salsa para acompañar los faláfel. Los servimos calientes en la mesa. Los acompañamos de la salsa a temperatura ambiente o fría, dependiendo del gusto.

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