Cómo hacer naranjas confitadas casera para emplear en repostería

Cómo hacer naranjas confitadas caseras para tu roscón u otros dulces, perfectas para emplear en repostería. Aunque las naranjas confitadas se usan en cantidad de dulces, es en el roscón de Reyes donde más presencia tienen.

Cómo hacer naranjas confitadas casera para emplear en repostería aunque las naranjas confitadas se usan en cantidad de dulces
FOTO CORTESIA

Naranjas confitadas casera

Prepararla es muchísimo más sencillo de lo que se pueda pensar. Solo se necesitan naranja, azúcar y agua, así que no hay excusas para no ponerse a prepararlas ya mismo. La parte más complicada de esta receta, sí es que así se puede llamar, es cortar las naranjas en rodajas. Hay que procurar que queden de igual grosor de principio a fin, pero esto se soluciona con un cuchillo afilado y un poco de mimo.

El resto del proceso no tiene ningún secreto. Unas naranjas de calidad, el doble de azúcar que de agua, y una hora más o menos a fuego lento. Después se escurren y se dejan secar sobre una rejilla unas horas y ya las tenemos listas.

De cada naranja se obtiene una buena cantidad de rodajas. Aguantan genial el paso del tiempo, así que será complicado que se echen a perder. A no ser que no te olvides de ellas. Son perfectas para cortar en pequeños trozos y añadir a masas de bollería, para decorar pasteles, para acompañar foie, añadir a ensaladas o para comer tal cual.

Ingredientes

3 naranjas medianas
1 cucharadita de sal (7 gramos)

400 g de azúcar
200 g de agua

Preparación de las naranjas

Lo primero que hay que hacer es lavar bien las naranjas, pues nos vamos a comer las cáscaras y hay que asegurarse de retirar los posibles restos de suciedad que traigan consigo. Lavamos las naranjas bajo un grifo de agua fría, frotando con un cepillo, esponja o estropajo. Podemos usar un poco de jabón neutro, pero no es necesario.

Secamos las naranjas antes de cortar con ayuda de un cuchillo bien afilado. Procurando que todas las rodajas queden del mismo grosor y que éstas sean uniformes. Hay quien las corta en gajos, a nosotros nos gustan las rodajas.

Preparación de las naranjas confitadas

Introducimos las rodajas de naranja en una cacerola y las cubrimos con agua. Añadimos una cucharadita de sal y calentamos hasta llevar a ebullición. Hervimos un par de minutos.

Retiramos el agua de este primer hervor, colocamos la cacerola bajo el grifo y refrescamos la naranjas bajo un chorrito de agua fría. Procuramos que el agua no caiga directamente sobre las naranjas para no estropearlas.

Cuando las naranjas estén frías las retiramos de la cacerola. Llenamos la cacerola con los 200 gramos de agua indicados en los ingredientes y añadimos el azúcar. Añadimos las rodajas de naranja y hervimos a fuego suave durante, aproximadamente, una hora.

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Durante este tiempo movemos la cacerola por las asas, sin tocar las naranjas para que no se estropee la forma. Transcurrida la hora de cocción apagamos el fuego y dejamos reposar las rodajas de naranja en el almíbar hasta el día siguiente.

Ahora solo queda sacar las rodajas de naranja del almíbar y colocar sobre una rejilla para que escurran y se sequen.

Son muy delicadas, así que hay que tener mucho cuidado. Después de 8 horas podemos retirar las naranjas confitadas y usar o guardar en la nevera hasta el momento de consumir.

Consejos para unas naranjas confitadas perfectas

Para que aguanten en buen estado y sea más fácil separarlas colocamos un cuadradito de papel vegetal entre rodaja y rodaja y las guardamos en un recipiente hermético.


Las naranjas confitadas se pueden guardar en su propio almíbar, en tarros de cristal, y dentro de la nevera. En este caso no hace falta escurrirlas y secarlas. Una vez frías se embotan directamente y listos.

Yo he tenido 2 botes de naranjas en la nevera cubiertos de almíbar durante 5 meses y perfectas, cuando necesitaba sacaba y listo. De hecho con el reposo, os aseguro que están mejor de sabor y textura.

También congelan de maravilla. Así que si hacemos mucha cantidad y no la vamos a usar toda, podemos envolverlas en papel film y al congelador. Mejor hacerlo en paquetes de pequeñas cantidades para descongelar sólo lo que necesitemos.

elsiglo con información de recetasderechupete.com