En Venezuela es tradición que cada año, al acercarse la temporada navideña, las familias comiencen a pintar sus hogares como símbolo de renovación para recibir el año nuevo, costumbre que se ha perdido con el tiempo debido a las dificultades económicas que ha enfrentado el país y a la pandemia de la Covid-19.
No obstante, este año en la Ciudad Jardín se ha visto un movimiento considerable de personas comprando pinturas y los implementos necesarios para darle “un cariñito” a sus casas, muchos de ellos con la esperanza de renovar energías y recibir con buen ánimo el año nuevo.
En un recorrido realizado por distintos establecimientos, se pudo constatar que los precios rondan entre los 28 y 36 dólares para el cuñete de pintura tipo “C” en las marcas más económicas y a partir de los 40 dólares la tipo “B”; asimismo el galón de pintura se puede adquirir desde los 8 dólares.
Mayerlin Pérez, gerente de una reconocida empresa de pinturas, afirmó que aunque las lluvias paralizaron un poco las ventas, el mes de noviembre se ha evidenciado un incremento considerable de compradores, tomando en cuenta que los precios no han variado mucho en comparación con el año pasado.
“No todas las fábricas hicieron incrementos, sin embargo ya pasó la época de aumento de precios para este rubro, así que estos precios deben mantenerse durante toda la temporada navideña”, explicó Pérez.
Por su parte, Carmen Torres aseguró que su familia tuvo la iniciativa de pintar el interior de su casa desde el mes de agosto, por lo que ahora se están abocando a la fachada, asegurando que los precios son muy similares a los del año pasado.
“Recuerdo que antes, para esta época era una locura comprar pinturas, habían muchas personas comprando y los colores se agotaban, así que había que hacerlo con antelación, pero ahora eso no pasa”; recordó Torres.
Esta compradora aseguró que luego de todo lo que han vivido los venezolanos “ya toca cambiar de ambiente porque después de la pandemia todo se abandonó un poquito y ahora hay que poner el positivismo adelante, hay que iluminar los espacios para crear una atmósfera de tranquilidad y de paz para atraer cosas buenas”.
Para Francia Santaella, habitante del sector Palo Negro, este año ha significado el resurgir de una tradición que su familia había perdido por lo menos desde el 2019 y afirma que con menos de 50$ pudo comprar las pinturas y todos los implementos necesarios para pintar su apartamento.
“Mis vecinos ya están empezando a pintar, de hecho en el edificio donde estamos, la mayoría lo está haciendo”, precisó Santaella.
CHIQUINQUIRÁ RIVERO | elsiglo
