El cuerpo humano tiene reacciones que resultan contagiosas para las demás personas y puede ser inevitable no hacerlo también si estás con alguien que lo hace, como el caso del bostezo o la risa.
La risa es imprescindible en la vida humana, a cualquier edad, no sólo es muestra de felicidad en ese momento, es también un gesto que activa el cerebro y nos proporciona bienestar emocional, además de que resulta de ayuda para socializar y establecer lazos con otras personas.
Existe una neurona llamada «espejo» la cual comienza a funcionar cuando la persona desarrolla la actividad que está observando, como puede ser ver una persona bostezar, reírse o hasta dormir.
Dicha neurona es la responsable del efecto contagioso que suele tener la risa, ya que los humanos tenemos un cerebro que está preparado para las relaciones sociales y que se activa ante estas situaciones para que el gesto que estamos viendo se active en nuestro cerebro y lo hagamos también.
