El comercio informal renació en Villa de Cura

El comercio informal en Villa de Cura tuvo un renacer en los primeros seis meses de este año, lo que se expresa en la aparición de diversos puestos de expendio de múltiples productos y servicios.

Allí se pueden encontrar ofertas en verduras, prendas de vestir y hasta artículos que en otros tiempos eran imposibles de adquirir por la escasez y la inflación.

No obstante, los trabajadores de este sector afirman que no siempre las ventas son buenas ya que deben confrontar diariamente una compleja problemática, especialmente en los espacios poco óptimos que ocupan.

En este sentido, Simón Ramos, quien tiene un local pequeño de verduras y frutas por la calle Bolívar, considera que la situación que vive es compleja, ya que también tienen que adecuarse a las normativas de las autoridades municipales.

“Es bastante compleja la situación. Al menos el negocio se ha movido algo, por lo menos se aprovecha en vender los cambures y aguacate, entre otras cositas”, indicó el comerciantes.

Ramos dijo que todos los buhoneros del centro de Villa de Cura solamente tienen un día de parada a la semana, que son los miércoles. “Aún así el ambiente aquí es bueno, se vende bastante, es cómodo trabajar en La Villa”, comentó.

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Por su parte, José Alejandro Tovar, quien vende ropa y otras prendas de vestir, considera que hay días fatales con las ventas, cuando se quedan de brazos caídos, y las ventas se salvan con la aparición de clientes fijos o quien tiene en sus planes y prosupuesto alguna celebración.

“Hay veces que merma, en otras semanas son mejores, pero definitivamente gracias al levantamiento de la cuarentena se ha podido trabaja mejor”, dice le vendedor quien vende blusas, monos y leggins a partir de tres dólares.

PLAN DE REUBICACIÓN

Tovar continuó diciendo que se han reunido con los entes municipales en materia de comercial para diseñar un plan de reubicación de aquellos buhoneros cuyos puestos obstruyen y limitan el tránsito de personas y vehículos en las principales calles del centro de la parroquia Villa de Cura, municipio Zamora.

No obstante, aseguró afirma que este plan no se ha concretado hasta los momentos. “Así ha dicho la gente de la alcaldía, hasta que no se vea lo logrado, uno no puede decir que se es verdad”, añadió.

Del mismo modo se expresó Jean Ávila, quien tiene su puesto dentro de un estacionamiento ubicado por la calle Bolívar, asegurando que las ventas y la actividad comercial en general ameritan de medidas que mejoren las condiciones laborales.

“De la reubicación eso se ha planteado desde hace años, pero no hay un sitio específico, y las reuniones que se han hecho es con respecto a los días de parada que son los miércoles ahora”, dijo el comerciante.

VENEZUELA COME MANZANA

Ciertamente la situación económica en el país ha cambiado en muchos aspectos en los últimos dos años, viéndose reflejado en la importación de productos de consumo que en otros años no llegaban al país.

La situación no ha cambiado, la crisis sigue golpeando en muchos aspectos a los habitantes de esta nación, pero sí es notorio y a la vez curioso el crecimiento de las ventas de manzanas y peras. Este fruto fue uno de los primeros en desaparecer en el año 2015, cuando apenas comenzaba la crisis.

“¡Venezuela a comer manzana! Combo de manzana a 10 bolívares, sí hay punto efectivo, dólares, hay de todo”, así expresa Jonathan Guerrero, vendedor de este producto, quien agradece a Dios poder vender el “fruto prohibido” por estos lares del estado Aragua.

“La gente vuelve a comer manzana, tu sabes que este producto estaba desaparecido, pero ya la gente está comprando como antes”, añade el comerciante, quien tiene una carretilla llena del dulce fruto.

Finalizó deseando que las cosas sigan mejorando para él y para los demás compañeros. “Que sigamos así hermano, habrá días buenos y malos para pa’ lante es pa’ ya”, sentenció.

LINO HIDALGO | elsiglo