Un 28 de junio: El día que el teatro pisó suelo venezolano

Cada 28 de junio, actores, dramaturgos, directores, maestros y demás representantes del teatro en todo el territorio nacional, se reencuentran para celebrar que “la madre de todas las artes” llegó a Venezuela para nunca marcharse.

Obra Dijana Akua, de la agrupación Teatrophia para la temporada 2016-2017

Es improbable definir con exactitud, la fecha en la que se realizó la primera representación teatral en el país, podríamos decir entonces, que desde que los indígenas imitaban a las bestias que tanto temían, ya estamos hablando de teatro. Qué mejor definición que la que ofreció Shakespeare en su momento “El mundo es un escenario y todos los hombres y mujeres, son simples actores”, entonces, nos referimos al teatro como nuestra mera existencia.

Sin embargo, fue un 28 de junio del año 1600 cuando se realizó ante el Cabildo de Caracas, la primera representación teatral institucionalizada, por lo que en el año 1978, el entonces presidente Carlos Andrés Pérez, decretó esta fecha como el “Día Nacional del Teatro”, para rendirle honores a los trabajadores de las tablas.

Esta celebración quedó sembrada en las tradiciones de nuestro país, aunque en el año 2019, el presidente de la República, Nicolás Maduro, decretó el 13 de noviembre como la nueva fecha para celebrar el Día Nacional del Teatro por considerarse “una fecha de origen patriótico, bolivariano, en la que el Libertador Simón Bolívar autoriza la creación de una estructura dedicada a las artes escénicas. La primera en la vida republicana de Venezuela”, como lo explicó el ministro del Poder Popular para la Cultura, Ernesto Villegas.

Se refiere entonces esta fecha a la restauración del Coliseo de Caracas en el año 1828, cuando Venezuela pertenecía a la Gran Colombia y Bolívar era su presidente. Este trabajo se realizó por intermediación del jefe civil y militar de la provincia venezolana, José Antonio Páez a los representantes criollos, José María Ponce y Ambrosio Cardozo.

Sin embargo, en vista de la novedad del cambio de fecha, artistas venezolanos, siguen celebrando el 28 de junio, como el día que el teatro pisó suelo venezolano.

BITÁCORA DEL DÍA QUE EL TEATRO LLEGÓ A VENEZUELA

Daniel Vásquez, actor y director teatral con 25 años de trayectoria y director de la escuela “Teatrophia”, aclara que aún está en resistencia a ese cambio de fecha “porque sería luchar contra el uso y costumbre y contra algo que está en la psiquis de una sociedad”.

Daniel Vásquez, director de la escuela “Teatrophia”

Del mismo modo, Vásquez recuerda las antiguas actividades tradicionales en el estado Aragua para conmemorar este día; cuando se reunían las distintas agrupaciones para realizar un ensamblaje teatral, con un fragmento del trabajo de cada escuela y se unía en un sólo espectáculo. “Era el momento que utilizábamos para encontrarnos”, añadió.

“El cambio representó una coyuntura para que ese proceso no se pudiera dar en los años que siguieron, y menos después de la pandemia”, insistió Vásquez, quien asegura que no desecha la idea de la celebración del 13 de noviembre “pero no como el Día Nacional del Teatro, sino como el Día Nacional de las Edificaciones Teatrales, que no es lo mismo”.

Por otra parte, el año 2022 ha representado el reencuentro post pandemia del artista con su público, situación que ha sacudido de forma importante todas las estructuras y por supuesto, “el arte es el eslabón más débil de esa cadena”.

ARAGUA NECESITA SU ATENEO

“Artísticamente, es muy difícil generar recursos para vestuario, maquillaje, escenografía, porque una gran producción, significa altos costos para la entrada y no muchas personas en Maracay están en la capacidad económica para adquirirlas”, explicó al mismo tiempo que hizo hincapié en la necesidad que tienen los artistas de que se reabra el ateneo, que se encuentra cerrado por “restauraciones que nunca terminan”.

El Teatro Ateneo de Maracay (TAM) se inauguró el 24 de junio del año 1926 por el entonces presidente, Juan Vicente Gómez y fue declarado patrimonio arquitectónico tangible de la Nación, el cual cerró sus puertas desde el año 2013 a pesar de estar ubicado en el corazón histórico de Maracay y de ser considerado un refugio para el artista local.

“El ateneo es importante porque es un escenario más modesto a nivel de dimensiones, así que los costos de producción para este tipo de salas son accesibles para todos. En cambio, el Teatro de la Ópera de Maracay exige una inversión mucho más potente”, explicó el director de Teatrophia.

Sin embargo, desde el mes de febrero, los cultores de Aragua, conjuntamente con la administración del Teatro de la Ópera de Maracay, han venido ofreciendo al público los “martes teatrales”, con una flexibilización de los costos del teatro, que reduciría además, el precio de la boletería, lo que Vásquez considera “pequeños pasos, pero se necesitan políticas de Estado más fuertes”.

EL TEATRO SALVA VIDAS

Según especialistas, el teatro puede utilizarse como herramienta para desarrollar habilidades sociales como la empatía, la sensibilidad y la creatividad, lo que podría ser terapéutico tanto para el artista como para el público que recibe esa información, por lo que Vásquez advierte que “así como el artista tiene la necesidad de expresar todo lo que vivió, también el individuo en general, tiene la necesidad de liberarse; y cuando público y artista se encuentran, da una cierta catarsis emocional liberadora y sanadora”.

Esta es la misma convicción de Ángel Daniel Magallanes, director de la Escuela de Arte Dramático del estado Aragua, quien considera al teatro como parte de nuestra idiosincrasia. “Los que hacemos teatro, brindamos un mensaje de transformación, por lo que todo aquel que ve una obra, sufre un cambio en su forma de percibir las cosas y estos mensajes van a contribuir con el desarrollo de la sociedad”, declaró.

Ángel Daniel Magallanes, director de la Escuela de Arte Dramático del estado Aragua

La Escuela de Arte Dramático, fundada hace 55 años, se ha dedicado a la formación de actores integrales y a promover el teatro a nivel nacional. Por otro lado, en cuanto al 28 de junio, Magallanes considera que es una fecha sentimental que se continuará celebrando porque sigue significando la llegada del teatro a esta tierra.

En tal sentido, también destacó la lucha de los profesores de teatro por resistir ante las dificultades. “Han sido tiempos difíciles. Soy el profesor de la pandemia, porque cuando todo esto empezó, recayó en mí la responsabilidad de salir adelante a través de las plataformas digitales”, explicó.

Desde otra perspectiva, el profesor Hans Velásquez, con 40 años de carrera y quien se ha dedicado a lo largo de los años a enseñar teatro a cientos de aragüeños, expresó su satisfacción al ver que todavía hay gente queriendo hacer teatro. “Hay jóvenes que apuestan por hacer teatro y que ven en este, una manera de comunicar sus emociones y darle mensajes positivos a otras personas en función de este arte que es milenario” aseguró.

Hans Velásquez, profesor de la Escuela de Arte Dramático

Con el mismo entusiasmo, aseguró que en Aragua hay mucho talento, pero la evolución de las artes en la entidad, es como “un velorio de pueblo, dos pasitos para adelante y uno para atrás. De repente tenemos una actividad efervescente de mucha gente haciendo teatro y de repente pasamos por alguna crisis y nos toca otra vez agarrar fuerzas”.

ARAGUA ES EL JARDÍN DONDE FLORECEN LOS ARTISTAS

Por el suelo aragüeño han pasado infinidades de artistas de amplia trayectoria en las distintas manifestaciones, que han llevado el arte a todos los rincones de nuestro país e incluso, fuera de nuestras fronteras patrias.

Enfocados entonces en los artistas aragüeños, no podríamos dejar de mencionar al actor, dramaturgo, poeta y eterno soñador, Rubén Darío Gil, quien salió de Aragua para construir una gran trayectoria artística, pero que no desaprovecha una oportunidad para reencontrarse con su amada Ciudad Jardín.

Rubén Darío Gil, dramaturgo y poeta aragüeño

Gil realizó este jueves 23 de junio, bajo la producción de Carlos Rengifo y el Teatro de la Ópera de Maracay, un conversatorio sobre dramaturgia con diferentes representantes del teatro en el estado Aragua.

“Este taller es un reencuentro conmigo, la ciudad, el arte y los artistas. Una experiencia mística interior mía con una ciudad a la que le agradezco la oportunidad de haber crecido como artista y después de 30 años regresar, sabiéndome que algo aprendí del mundo”, explicó Gil, momentos antes de iniciar el conversatorio.

El maestro confirmó que, según su experiencia artística en todo el territorio nacional “Maracay siempre ha sido una gran cantera a nivel cultural, porque la gente de aquí es arrogante y orgullosa y eso no es malo, porque si no crees en lo que tú haces ¿para dónde vas? El maracayero, ante las dificultades dice, aquí surge lo mejor a pesar de las limitaciones’, porque sabemos que la peor limitación es la limitación del alma”, puntualizó

INGENIEROS DEL ALMA

El reconocimiento de los artistas aragüeños, entre los principales exponentes de la cultura en nuestro país, va más allá de lo que piensen los habitantes de este estado y como muestra de ello, el ingeniero José Gregorio Delgado, presidente de la fundación Agrippina Vaganova que se encarga de la difusión de las bellas artes en Venezuela, con sede en Caracas y acción en todo el territorio nacional, dio su valoración en cuanto a los artistas de la ciudad.

“Los artista aragüeños han marcado pautas en todas las aéreas donde se han desempeñado y se encuentran en el ranking nacional codo a codo con el resto de los artistas del país; ya que los actores locales han sido inspiración para el rescate de todas las manifestaciones que nacen de la búsqueda de un nuevo conocimiento”, relató.

José Gregorio Delgado, presidente de la fundación Agrippina Vaganova

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Delgado, con la intención de acompañar a los actores venezolanos en su día, los instó a instruirse y educarse, considerando que estos representantes de la cultura son “ingenieros del alma que están allí como espejo, dando a entender lo que está ocurriendo, lo que se está sintiendo y lo que se puede sentir. El actor es quien despierta en todo ser los más profundos sentimientos”.

Todas estas referencias, nos muestran que la sociedad siempre tendrá una motivación intrínseca hacia el arte que los llevará a la plenitud del ser y del pensamiento, con el fin de formar una sociedad que no perezca ante la primera dificultad.

CHIQUINQUIRÁ RIVERO | elsiglo